Las únicas tres familias de Bajo la Cuesta que no fueron desalojadas del hotel Punta del Rey el martes pasado permanecerán en el mismo más días, después de que el gobierno municipal prorrogara su estancia al no haber resuelto aún los expedientes para la concesión de las ayudas de emergencia. Ayer era la fecha que conocían Elvira, Anaís y Sandra (y familiares) como la de su marcha del establecimiento hotelero, si bien la reserva de las habitaciones está concretada hasta el próximo 30.

Anoche fue la cuarta que pasaron en casetas de campaña (y un coche) las restantes siete familias de Bajo la Cuesta que tuvieron que abandonar el hotel por decisión del gobierno local. Al inicio de la noche había una decena de ellas instaladas y ocupadas en el acceso al barrio, donde una carpa sirve de punto de encuentro y de comedor. "Todo está dispuesto para levantarlo en un momento".

Esa frase, repetida hasta la saciedad, permite constatar "nuestro interés por marcharnos de aquí desde el momento en que veamos que van a comenzar las obras". Eso sí, "la lucha no terminará ahí. De aquí iremos a otro lado".

Respecto al inicio de la obra de consolidación del talud por parte de Endesa, el decreto de la Alcaldía autorizando a las personas que participarán en ella a acceder al lugar fue tramitado ayer (dos días después de lo anunciado) y ha trascendido que la empresa quiere certificar, vía notario, el estado de cada vivienda antes de iniciar la obra, por lo que serán inspeccionadas nuevamente en presencia de cada propietario.

Mientras, una representación de todos los vecinos del barrio sigue concentrándose cada día ante la Casa Consistorial. Una pancarta y el sonido de las bocinas les sirven para mostrar su protesta.