La diabetes deja ciegos a unos 100 canarios al año, aunque el 90 % de los casos se podría evitar con un diagnóstico precoz para evitar que desarrollen retinopatía diabética y edema macular, ha informado hoy el oftalmólogo Alfonso Manrique de Lara.

Con motivo del Día Mundial de la Diabetes que se celebra mañana, el experto, en un comunicado, explica que los vasos sanguíneos que suministran sangre a la retina se lesionan por el alto nivel de azúcar volviéndose frágiles e irregulares, lo que ocasiona el edema macular diabético, que quita mucha visión central.

Así mismo, señala que la retinopatía diabética y el edema macular son las responsables de que la diabetes continúe siendo la primera causa de ceguera en la población en edad laboral en occidente.

"La única forma de diagnosticar la retinopatía diabética es con un examen de fondo de ojo, control que debe realizarse todo paciente diabético en el momento en el que se diagnostica su enfermedad, y, posteriormente, de manera periódica", señala el experto, que advierte que el 40 % de los diabéticos nunca se ha sometido a una exploración de este tipo.

Manrique considera además que "las inyecciones intraoculares de antiangiogénicos o de corticoides de liberación lenta suponen un gran avance para el tratamiento del edema macular, ya que pueden conseguir que los pacientes puedan recuperar la visión que han perdido, parcial e incluso totalmente.

Este tipo de pacientes, los diabéticos, deben someterse a una revisión ocular una vez al año para detectar a tiempo posibles lesiones que pueden conducir a la ceguera, así como llevar un control "estricto" de la glucemia, ya que los niveles elevados son el principal factor de empeoramiento de la retinopatía diabética, apunta el facultativo.