Garafía se abre a la ciencia amateur. Su cima, el lugar más alto de la Isla, el Roque de los Muchachos, está en su mayor parte "hipotecada" por la astrofísica profesional. Más abajo, a unos 900 metros sobre el nivel del mar, un ciudadano de origen alemán, el astrofotógrafo Kai de Schauroth, abrirá el próximo día 1 de diciembre un centro que busca captar a aquellos aficionados que reclaman tecnología de última generación con la que disfrutar de la bóveda celeste.

El denominado Centro Astronómico La Palma (ATHOS) se localiza en el barrio de Las Tricias, en la finca el Vuelo del Halcón, de 35.000 metros cuadrados de superficie. Se trata de una explotación con alojamiento turístico, de cuatro habitaciones dobles, y con una cúpula completamente equipada para la observación celeste. Sus promotores reconocen haberse "sorprendido" por la ausencia en la Villa de Garafía de este tipo de infraestructuras para astrofísicos aficionados, por lo que decidieron embarcarse en este ambicioso proyecto.

Sus clientes pueden disfrutar tanto de un telescopio de 235 milímetros capaz de captar objetos con poca luz, como de uno más pequeño de 152 milímetros para observar planetas, nebulosas, galaxias... La oferta de ATHOS va incluso más allá. Cuenta con un amplio abanico de aparatos de observación, en su página web (dirigida al mercado alemán) ofrece hasta 16, para alquilar no solo a los huéspedes de la finca, sino también a aquellas personas que deseen disfrutar de los mismos en otros lugares de la Isla. Venden incluso charlas sobre cómo sacar el mejor partido a esta instrumentación, además de asesoramiento en el montaje.

La finca dispone de una colección de reproducciones bien logradas de instrumentos astronómicos históricos, que pueden ser utilizados por los clientes de este novedoso establecimiento, que busca apostar por un turismo diferenciado.

¿Los precios? Sus promotores dicen que el objetivo es que disfrutar durante una semana de la observación de uno de los cielos más limpios del planeta desde un lugar privilegiado, "sea más barato" que estar el mismo tiempo en una estación de esquí o apostar por la práctica del submarinismo. En su web las tarifas son extensas. Un ejemplo: cinco noches para cuatro personas tienen un coste de 990 euros, lo que incluye observar en los telescopios que se encuentran en la finca. Los precios, de todas formas, son bastante variables hasta el punto de que se puede llegar a contratar a "una cocinera de primera clase" para que prepare las cenas.