El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) ganó el Gran Premio de Brasil y pospuso de esta manera el desenlace del Mundial más largo de la historia, cuyo título discutirá a su compañero Nico Rosberg -segundo en Interlagos- dentro de dos semanas, en Abu Dabi. Al alemán le basta acabar en el podio.

Lo hizo saliendo -tras mejorar a 60 su tercera marca histórica de "poles" en F1- desde el primer puesto en la carrera más espectacular del año. En la que brilló con especial fuerza el joven Max Verstappen (Red Bull), tercero en Interlagos, donde se interrumpió dos veces la carrera, con bandera roja, a causa de la lluvia, que retrasó el arranque y obligó a usar neumático extremo e intermedio.

El mexicano Sergio Pérez (Force India) acabó cuarto -por delante del alemán Sebastian Vettel (Ferrari) y de Carlos Sainz (Toro Rosso)- una carrera cuya salida se dio por detrás del coche de seguridad, en pista durante las primeras ocho vueltas. El talentoso piloto madrileño remontó desde la decimoquinta a la sexta plaza final, igualando su mejor puesto desde que pilota en Fórmula Uno.

En el decimotercer giro, tras el accidente del sueco Marcus Ericsson (Sauber), cuyo monoplaza acabó atravesado en la ruta de entrada al "pit lane", se había decretado un nuevo retorno a pista del coche de seguridad. Y ocho vueltas más adelante, cuando se seguía rodando entre lluvia y escasa visibilidad, Kimi, que era cuarto, tras ser rebasado por Verstappen, se accidentó al ritmo que marcaba el "safety", por lo que la dirección de carrera decidió interrumpirla.

Reanudada, de nuevo por detrás del coche de seguridad y con obligatoriedad de usar neumáticos de lluvia extrema, apenas se volvieron a dar ocho vueltas antes de que la dirección de carrera decidiese sacar una vez más -y simplemente, por precaución- la bandera roja, tras el giro 28.

En ese momento, Hamilton lideraba delante de Rosberg -que se hubiera proclamado campeón, si hubiese ganado-, con Verstappen tercero y Sainz quinto, justo por detrás de "Checo".

Hamilton se impuso, a pesar de los "safety cars" y volvió a meterle presión a Rosberg, con su tercer triunfo seguido, después de los de Austin (USA) y México.