Ni es un problema nuevo, ni su solución se antoja inmediata. El deterioro que ha sufrido la montaña de Taco, espacio colindante entre Santa Cruz y La Laguna, se inició en los años 60 y, cinco décadas después, continúa sin que nadie le ponga remedio. Al menos de momento.

En ocasiones se han producido situaciones tan paradójicas como la concesión por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de la autorización correspondiente a una de las empresas radicadas en el lugar, aunque con varios informes negativos por contravenir aspectos previstos en el Plan General de Ordenación de la época, que prohibía la actividad extractiva en este espacio. Este detalle motivó una denuncia en la Fiscalía en 2011 que aún no se ha resuelto.

En la actualidad, la Gerencia de Urbanismo de la capital instruye, tras un periodo de cierto "olvido" administrativo, que provocó el archivo de un expediente sancionador por haber transcurrido el plazo legal para su resolución, un expediente de actividad clandestina incoado en enero de este año contra una de las empresas que opera en la montaña, al haberse comprobado que durante los últimos años se han acometido obras de implantación de construcciones complementarias y auxiliares relacionadas con la actividad que no cuentan con la licencia oportuna y que no se han regularizado convenientemente.

La otra empresa implicada en las actividades de trituración y machaqueo, que fue sancionada en 2012, continúa también ejerciendo su actividad, y de ello tiene constancia la sección de Inspección y Disciplina urbanística de la Gerencia de Urbanismo, que cursó una visita el pasado octubre.

El caos existente es tal que, según han denunciado durante los últimos meses dirigentes vecinales de Santa Cruz y La Laguna y miembros de Sí se Puede y Unid@s se Puede, en la montaña de Taco se están vertiendo aguas residuales provenientes de camiones cisterna que realizan servicios de limpieza de fosas sépticas o de pozos absorbentes.

Precisamente, el concejal de Sí se Puede (SsP) en la capital Eligio Hernández Bolaños defenderá en el próximo pleno municipal una moción sobre este tema en la que solicita, entre otros asuntos, que se resuelvan, o incoen en su caso, los expedientes de actividad clandestina que permitan "poner fin" a los impactos ambientales que sufre la montaña desde hace décadas, y que se materialicen las medidas provisionales pertinentes al objeto de provocar el cese "inmediato" de cualquier actividad contaminante y clandestina.

El texto que se debatirá en el pleno recoge también que el Ayuntamiento de Santa Cruz se persone como afectado en aquellos procedimientos judiciales en curso relacionados con las actividades clandestinas desarrolladas en la montaña de Taco, y que el Gobierno de Canarias estudie la declaración del espacio como "suelo contaminado".

Sí se Puede va incluso más allá, y quiere que el consistorio capitalino inste al Ejecutivo canario a que exija a las empresas responsables de la actividad extractiva la elaboración y presentación del proyecto de restauración geomorfológica y paisajística de la montaña, incluida la ficha financiera.

Del mismo modo, la moción de SsP pretende que se inste al Cabildo a que, llegado el momento en el que pueda ejecutar la estrategia DUSI, actúe como responsable subsidiario para, a posteriori, solicitar el reingreso del dinero exigido a las empresas responsables.