Su conexión con Ópera de Tenerife se remonta al "Cosi fan tutte" (Mozart) que Giulio Zappa montó con los jóvenes de Ópera Estudio en 2013. Esa fue la primera vez que la israelí Na''ama Goldman pisó el escenario de la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife, un espacio que hoy, a partir de las 19:30 horas, revisita para protagonizar el papel femenino más luminoso de "Carmen" (Georges Bizet). "Cada vez que me enfrento a este rol encuentro nuevas sensaciones", argumenta la mezzosoprano de un proyecto cuya dirección musical y escénica recae sobre Massimiliano Stefanelli y Nicola Berloffa.

¿Cuáles son los sentimientos que le transmite Carmen?

Es una mujer verdadera y femenina... No es un papel difícil, pero está lleno de matices y colores... Cada vez que me enfrento a este rol encuentro nuevas sensaciones. Es un personaje intenso que va madurando a medida que lo voy conociendo mejor.

¿Cómo ha cambiado su vida tras interpretar a Dorabella en aquel "Cossi fan tutte"

Para mí esto es como retornar a casa y eso supone una gran resposabilidad. No solo por volver al Auditorio de Tenerife, sino por el hecho de tener que dar vida a un rol tan "español". Poder hacer esta ópera en Israel con Daniel Oren fue una emoción tan grande como la que sentiré en la Isla.

¿Hay un antes y un después de Ópera Estudio?

A Tenerife llegamos con cierto bagaje, pero los nombres se hicieron más importantes después de esa experiencia Ópera Estudio. Aquí no solo encontré una oportunidad maravillosa, sino un gran tutor en la persona de Giulio Zappa. En aquel "Cossi fan tutte" aprendí cosas que me han sido muy útiles en los últimos tres años; cuestiones que son fundamentales tanto a nivel musical como interpretativo.

¿Qué sensaciones experimenta una joven solista al incorporarse a un mundo que está habitado por grandes nombres de la ópera?

Para mí es un gran honor compartir mi espacio con los grandes. Antes de venir a Tenerife, por ejemplo, tuve la oportunidad de hacer "Nabucco" con Leo Nucci. Estos encuentros profesionales sirven para asimilar consejos escénicos y de la vida... Yo estoy comenzando mi carrera y todas las experiencias que pueda vivir, como en este caso junto a Walter Fraccano, van a ser muy positivas para mí.

"Carmen" es una ópera francesa, pero en un contexto español... Normalmente son los españoles los que se deben adaptar a los roles italianos. Sin embargo, en este caso es una israelí la que tiene que españolizarse. ¿Cómo lleva este proceso?

La ópera está construida sobre las emociones. A pesar de que el proyecto escénico de Nicola Berloffa no se corresponde con el contexto histórico en el que se cuenta la historia, ya que este transcurre en un ciclo vinculado con la Guerra Civil, las emociones de "Carmen" siempre están vivas al margen del espacio en el que decidan ubicarla. Es una mujer apasionada, fuerte y que vive su sexualidad con libertad. Tengo que buscar en mi interior (en el alma) la esencia de Carmen para que el público disfrute con ella; con un personaje que tiene un patrón español, pero que es universal. La música y la palabra son francesas, pero es inevitable desligar a la protagonista de sus raíces... Ese es otro de los atractivos que tiene esta ópera.

¿Usted, que ya tiene alguna referencia del público de Tenerife, qué espera del título que se estrena esta noche?

Los recuerdos que conservo del público de Tenerife son los de una audiencia cariñosa, que ama a la ópera y que es muy respetuosa con los cantantes. Es un honor mostar a un personaje tan español en España. Espero que muestren la misma amabilidad y dulzura que me dieron con Dorabella.