Es la historia, aún sin terminar, de una aventura en toda regla. Los entrenadores Zeben Hernández y Yeray Romero, junto a otros tres profesionales, se han atrevido con un desafío mezcla de alicientes y de incertidumbres: irse a entrenar a un equipo de la Primera División de Tanzania, el Azzam FC, un equipo con "nivel de un Segunda B de media tabla en España", en un país a 10.450 kilómetros de distancia en una hipotética línea recta.

Zeben formó su equipo, con Yeray, con Jose, con Pablo -ahora en la Isla- y con Sergio. Y se atrevió a vivir una experiencia que no les va nada mal. "Llevamos cuatro meses y medio y estamos contentos, vamos terceros en la Liga, por detrás del Simba y y el Young Africans. Ahora hay descanso, porque el calor impide que ser juegue. Ahora hay más de 40 grados. De hecho, solemos levantarnos a las 6 de la mañana y entrenar a las 8.00, para evitar las altas temperaturas". Yeray recuerda que la experiencia comenzó "con la duda sobre qué nos encontraríamos allí, pero está siendo increíble, estamos aprendiendo, en lo personal y en lo futbolístico y ahora afrontamos con ganas el último tramo de la temporada". La lejanía no los acobarda - "el viaje de vuelta duró 9 horas hasta Zúrich y 5 más a Tenerife"-, porque ambos se declaran satisfechos. "Yo había estado en mayo, -recuerda Zeben- y vi que en ese contexto podía crecer. Hasta ahora la experiencia es positiva, aunque ha habido de todo. A nivel cultural hemos tenido que adaptarnos a cosas distintas, no son tan meticulosos en su organización de trabajo, no tienen una estructura ni esa disciplina y profesionalidad nuestra, tienes que pelear bastante por las cosas, y eso te hacer crecer porque no las encuentras fácilmente. Estamos en un club de élite, comparable con cualquiera de Primera División de aquí", recuerda.

El balance en estos meses encuentra su punto más destacado en el triunfo en la Community Shield (la Supercopa en España), en la que vencieron al Yanga, "el campeón de liga, el más potente del país", dice Zeben, que es un personaje conocido en Tanzania. "Antes de esa final pensaba cómo sería jugar ante tanta gente (hasta 35.000 personas), pero ya dentro te olvidas de todo. Estamos todos los días en la televisión y en la prensa, hay cuatro o cinco periódicos deportivos que solo hablan de fútbol. Eso es presión y te tienes que alejar, por poner un ejemplo es la situación que vive aquí el Tenerife, porque estamos entre los cuatro mejores de la Liga".

Los dos se deshacen en elogios al talento de Farik Musa, extremo izquierdo "con mucha proyección diferente, con talento, desborde, y ritmo con balón", que va a incorporar el Tenerife a su filial. El talento innato en África llega afectado, "los chicos pierden parte de su preparación, porque no hay categorías de base y fichan a los 15 o 16 años" y por el estado de los campos "hay cinco o seis que son un problema para jugar". Yeray recuerda además que se han encontrado con limitaciones para influir en un cambio de conducta alimenticia. "Están acostumbrados al arroz y las judías en la comida y no se lo puedes quitar, tienes que adaptarte a ellos". Los tinerfeños viven "en dos pisos, puerta con puerta" y se defienden en inglés, idioma en el que todos se entienden excepto cinco que son del interior y hablan su lengua, "el swahili, pero tenemos traductor y, además, en fútbol el idioma es universal".