"Tras diversas llamadas alertando sobre un movimiento sísmico en Santa Cruz se comprueba que no hay registros al respecto desde el IGN y se solicita la presencia de un técnico de Urbanismo para comprobar la situación de dos inmuebles". El twitter de la Policía local alertaba sobre las ocho de la mañana de ayer sobre lo que algunos vecinos del barrio de Buenos Aires habían apreciado como un "movimiento" que llegó a hacer vibrar los cristales. Sobre todo en la segunda planta, en las oficinas de una empresa, del llamado "piso albergue", el Centro de Mínima Exigencia de la calle Puerto Rico. Los usuarios del recurso se habían marchado ya, pero los trabajadores se llevaron un buen susto y "salieron por patas".

Dos pequeñas casas terreras cercanas fueron desalojadas en los primeros minutos, aunque los vecinos retornaron con rapidez a sus casas porque no había peligro.

Una dotación de bomberos, varias patrullas de la Policía Local, furgones del CNP, técnicos municipales y, sobre todo, un enorme despliegue de medios informativos alteró la tranquilidad de una mañana normal esta clásica "zona industrial con barrio".

"Todo parece deberse a la maquinaria pesada de una obra tres calles más arriba", decía un vecino a cámaras y redactores. Tres calles más arriba, en Islas Filipinas, está la subestación eléctrica de Endesa en la zona. Allí estaba el origen de lo sucedido. Y no solo ayer, pues todo partió del inicio de unas obras que ejecuta la empresa Sacyr desde el viernes (el fin de semana no hubo actividad).

Noel, empleado de la gasolinera próxima, y su amigo Elio contaban: "El viernes fueron unos ocho movimientos y hoy (ayer) solo uno, pero se notaba que temblaba la tierra. Me quedo relativamente tranquilo al saber que es por la máquina y no un terremoto, pero espero que garanticen que no va a pasar nada".

La garantía la dio, entre otros, Álvaro Afonso, responsable de la oficina técnica de Bomberos de Tenerife: "Hemos hecho pruebas y el origen es casi al cien por cien la máquina, un gran rodillo que compacta el terreno. Los trabajos durarán más o menos un mes y se irá notando menos a medida que se superen capas y se vayan alejando de la roca".

Isidro Alonso, presidente de la AV San Pedro, junto con algún vecino se acercó a la zona a ver qué ocurría porque, como la mayoría en Buenos Aires, afirma que no se enteró de nada. "Pensaba que el terremoto era en Tejeda".