El calvario de una familia de Candelaria comenzó hace casi un año, en diciembre del 2015. Por esa época, sus miembros decidieron realizar un viaje a Extremadura y Portugal entre el 20 y el 27 de julio. Por cada persona adulta, el grupo pagó casi 800 euros a la agencia Mobero Tour, situada en el casco histórico de La Laguna. En total, un desembolso de 9.000 euros, que aportaron en varias entregas.

Seis meses después de iniciar su "proyecto de viaje", en junio, la propietaria de la citada empresa llamó a la portavoz del colectivo familiar para comunicarle que el paquete que eligieron finalmente se había cancelado, porque no había podido reunir las 25 plazas mínimas.

Como alternativa, la encargada de la citada agencia de intermediación le proporcionó varios folletos y la familia afectada eligió un viaje de una semana por Galicia y Asturias, que debía comenzar el 24 de julio.

Tres días antes de esa fecha, la dueña de Mobero Tour llamó a la representante familiar para comentarle que la agencia emisora había cancelado la salida y que la compañía aérea, de vuelo regular, también había suspendido el vuelo.

Ante tanta coincidencia, la cliente decidió comprobar por ella misma si realmente la agencia que organizó el paquete había suspendido la salida. En dicha sociedad negaron completamente la afirmación hecha por la dueña de Mobero Tour y le aclararon que esa última agencia había bloqueado plazas, pero que no tenían derecho a viajar porque no las había pagado. Y, por supuesto, la compañía aérea tampoco había suspendido ese vuelo.

Ese día, la familia de Candelaria empezó a asumir que había sido víctima de un fraude. Habían perdido el dinero, el viaje y la ilusión puesta en pasar unas vacaciones juntos en la Península. Y, como suele ocurrir en estos casos, los afectados no lograron recuperar su dinero tras ponerse en contacto con la presunta responsable de la irregularidad.

Ante esa circunstancia, los afectados decidieron acudir hasta el puesto de la Guardia Civil en Candelaria, donde interpusieron una denuncia por estafa, el 25 de julio.

Paralelamente, el 3 de agosto, la representante de los afectados acudió hasta la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias para advertir de lo que les había pasado. Ese mismo día, un inspector de dicho departamento y la jefa de este acompañaron a la víctima hasta el local de Mobero Tour en La Laguna.

El argumento que les dio la presunta autora de la estafa fue que "le habían hecho unos cobros y no les podía devolver el dinero".

Los funcionarios del Ejecutivo autónomo solicitaron el libro de reclamaciones a dicha mujer y comprobaron que, con anterioridad, una pareja y sus dos hijos habían perdido 3.000 euros de un viaje a Eurodisney.

Declaración de los afectados ante el juzgado

Como consecuencia de la visita realizada a la agencia de intermediación donde ocurrieron los hechos, el inspector de la Consejería de Turismo procedió a levantar un acta, que se trasladó a la Sección de Sanciones del Gobierno canario en esta materia, para continuar con este trámite. En cuanto al posible resarcimiento de daños y perjuicios, desde la Dirección General de Promoción y Ordenación Turística se definió como "incompetente" para resolverlo, por tratarse de un asunto de naturaleza civil, "que deberá plantearse ante los Tribunales de la jurisdicción ordinaria, a falta de acuerdo entre las partes". La portavoz de la familia de Candelaria afectada por la supuesta estafa se pregunta "¿cómo es posible que más de un mes después de haber cometido una estafa con nosotros pudiera seguir abierta y estafar a otras personas?". Cabe recordar que en septiembre se produjo otra estafa a un grupo de cuatro amigos que querían irse a pasar varias noches en un hotel de Ámsterdam. En el caso de la familia que perdió 9.000 euros, los afectados fueron cinco personas de avanzada edad, dos niños y seis adultos. La portavoz de los estafados manifiesta que "sentimos rabia e indignación". Como consecuencia de la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil, el asunto se remitió al Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de La Laguna. Y en estos momentos continúa la instrucción del caso en un Juzgado lagunero. Precisamente, durante la mañana del pasado jueves y viernes, los familiares que no pudieron viajar a la Península prestaron declaración ante la autoridad judicial. La portavoz de los denunciantes señala que la encargada de Mobero Tour finalmente les ofreció en julio pasado realizar un viaje a Gran Canaria, en el que podían ir en barco y llevándose su propio coche. La responsable de Mobero Tour niega que haya cometido estafa alguna, explica que tiene una clientela variada y prestigiosa, así como que solo ha intentado resolver los problemas de sus clientes.