"A pesar de la falta de incidencias en la ejecución de la obra y de los buenos indicios que supuso encontrar agua de buena calidad a la profundidad de 500 metros, el resultado del aforo no ha sido óptimo, con caudales menores a los previsibles y con una trasmisividad en valores muy bajos. Todo lo cual hace inviable la obtención de caudales en esta ubicación".

El anterior es uno de los párrafos que componen el escrito remitido por la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de La Laguna y concejala de Aguas, Mónica Martín, al gerente del Consejo Insular de Aguas de Tenerife. Con fecha de registro de entrada de ayer, el texto se refiere al pozo perforado en Las Gavias, que, informó este lunes la edil, al final no podrá ser explotado.

En un encuentro con medios de comunicación, y acompañada por el gerente de Teidagua -Félix Armas- y un técnico, la socialista anunció que la "mala suerte" ha llevado a un resultado negativo en las pruebas de aforo que se realizaron durante los últimos meses. Puntualizó, eso sí, que no se va a producir una "repercusión económica" en la factura de los vecinos de La Laguna. "Teidagua asume las consecuencias del gasto en las obras del pozo", abundó en relación a los 487.389 euros que se han destinado a las labores realizadas.

Tanto Martín como Armas pusieron énfasis en que el director de la obra ha sido un ingeniero de minas externo y que ha fijado lo que había que hacer en cada momento del proceso. "Todos los trabajos que se han hecho en el pozo están supervisados y a merced de lo que nos vaya diciendo el Consejo Insular de Aguas", recalcó el segundo.

¿Y a partir de ahora? Según detallaron desde la empresa, harán lo que determinen desde el órgano antes citado. "Entendemos que lo que ahora nos dirán es tápese de esta manera", manifestaron, antes de plantear que lo habitual en este tipo de casos es realizar un hormigonado para evitar que se pudiese producir alguna contaminación del acuífero.

Y con el cierre de este capítulo se abre otro. "Venimos a solicitar de ese Consejo Insular de Aguas de Tenerife el impulso y desarrollo de cuantas actuaciones le competan para, atendiendo a las previsiones del vigente Plan Hidrológico Insular de Tenerife, agilizar de forma urgente la disponibilidad de las infraestructuras hidráulicas recogidas en el anexo seis de dicho planeamiento, en especial y de forma concreta, la denominada estación desaladora de agua de mar (EDAM) del Nordeste", afirma la número dos del ayuntamiento en la carta en cuestión. La actuación a la que se refiere en este otro párrafo, con un coste de 12 millones de euros y para la que se buscarán aportaciones de distintas instituciones, es la nueva línea de trabajo que se han trazado en el área para resolver el problema del agua de una forma "definitiva".

Además de ese dispositivo, que se ubicaría en Valle de Guerra, indicaron que en 2017 se cambiarán los orígenes del agua que se compra del canal del Norte para contar con mayor calidad y que, así, se pueda eliminar la restricción por flúor para los menores de ocho años, uno de los objetivos que se pretendían con el pozo.