Los cinco encausados por quemar fotos del Rey y páginas de la Constitución en la manifestación de la izquierda independentista de la pasada Diada, han anunciado este viernes que no acudirán a los juzgados a declarar, pese a que así lo ha dictado la Audiencia Nacional: "Hemos tomado la humilde decisión de desobedecer".

Lo ha dicho uno de ellos, Ivan Altamira, en una rueda de prensa en la plaza del Rei de Barcelona ante una pancarta que rezaba ''Ni Rey ni miedo. Desobedecemos'' y en la que se podía ver una foto ardiendo de Felipe VI, en un acto al que han asistido los cinco encausados, la diputada del Parlament de la CUP Mireia Vehí, y los concejales del partido en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Garganté, Maria José Lecha y Maria Rovira.

Tanto Altamira como otra de las encausadas que ha tomado la palabra, Nora Miralles, han defendido que no consideran que estén cometiendo un delito por haber quemado una foto o páginas de la constitución.

Han cargado contra la monarquía, que han tachado de anacrónica, y especialmente contra la dinastía Borbónica porque "quemaron pueblos catalanes, prohibieron la lengua catalana y es heredera del franquismo".

"No nos escondemos. No queremos pedir perdón por no reconocer unas instituciones cuya actitud es fascista", ha dicho sobre la Audiencia Nacional.

FOCO EN LA CONSELLERIA

Los dos encausados han exigido explicaciones tanto al Cuerpo de Mossos d''Esquadra como a la Conselleria de Interior porque afirman que no se les pidió desde ninguna instancia estatal que "se persiguiera, se investigara y se hicieran informes" de la manifestación de la izquierda independentista del 11 de septiembre.

"Fue una decisión política y exigimos a la Conselleria que explique quién dio la orden política de vigilar la manifestación", ha incidido ambos encausados.

Además, han instado tanto a la Conselleria como al cuerpo policial catalán "que se posicionen, o con el proceso que vive Catalunya o con la monarquía y el Estado español; que demuestren de qué lado están".