Entre tejidos, apliques, tijeras y máquinas de coser, Marco Marrero y María Díaz hacen balance de una carrera llena de éxitos, con la misma ilusión que cuando comenzaron hace ya 25 años. "Somos tan tenaces, queríamos hacerlo y, desde Canarias, ha salido... ¡Es una realidad!", apunta Díaz. Marrero se refiere a 2016 como un año muy positivo, "estar en casi cuarenta puntos de venta es muy importante para nosotros". Los patrones perfectos, los bordados impecables y las costuras exactas comenzaron a volar desde Tenerife hasta lugares tan lejanos como Australia, Hong Kong, Emiratos Árabes, Nueva York... "Nos encantaría tener puntos de venta en Latinoamérica, en países que están en expansión como Brasil o Colombia", comenta María.

Aquel atelier, instalado en una casa bajita de Puerto de la Cruz, hechizaba con el tintineo de sus campanas, con el mobiliario tallado en maderas nobles, con los lienzos en blanco, donde, con solo un par de trazos, los artistas de la aguja y el dedal hipnotizaban a quien disfrutaba de sus creaciones y algunos afortunados podían tocar y admirar las piezas que allí nacían.

En 2014, regalan el deleite de sus creaciones a los paseantes, cuando abren su primera tienda en la capital de la Isla. La expansión suma hoy 38 puntos de venta, tanto dentro como fuera de España, especializados en el sector nupcial, dando lugar a que el 40% de su facturación se realice ya en otros países.

Cada brocado, cada pliegue, cada costura... nace en el taller que arrebata los sentidos de quien, con sólo un golpe de vista, es capaz de apreciar el trabajo perfecto. Elena Pérez, jefa de taller, con respeto absoluto a las nueve profesionales que allí trabajan, indicará cómo dar forma a cada prenda que Marco y María han bocetado para cubrir la más bella silueta femenina, sin importar la talla.

Ella se mantiene concentrada, midiendo cada centímetro del patrón; muy cerca suena una máquina dando puntadas, siempre con hilo; un dedal se encuentra con una pequeña fornitura, mientras que una aguja borda los detalles minuciosamente.

Con la mirada pícara de quien ya ha estudiado las posibilidades de sus diseños, Marco confiesa que "una colección se crea dando muchos tumbos; es muy difícil, muy complicado desde que te planteas lo que quieres hacer hasta que encuentras lo que necesitas para esa colección... Queremos que nuestros tejidos tengan nuestro sello... Los proveedores nos dicen: Pero si eso no se puede fabricar. Y les digo: A ver, inténtalo".

Una dama se sentirá como si desfilara en el certamen de Miss Universo -en 2013 Patricia Yurena Rodríguez acudió vestida por MyM-, incluso puede ser que se sienta contemplada por los ojos expertos que acuden a la Feria de París, MOMAD Metrópolis y un sinfín de localizaciones donde se reúnen los mejores del sector.

En 1998, Tenerife Moda visualizó la proyección que tenían los dos jóvenes diseñadores. "Ha sido el lanzamiento -señala Marco-, empezamos sin tener idea de nada... En 25 años hemos aprendido un poco -sonríe-. Sin el proyecto de Tenerife Moda esto no hubiera sido posible". Hoy dan quince puestos de trabajo.

"Estamos preparados, con un equipo fuerte, para consolidar la firma como tal", asegura Díaz, quien aclara que "el desarrollo económico no es solo para nuestra empresa, pues a la hora de contratar lo hacemos con los que tenemos alrededor y eso genera que se mueva la economía dentro de la Isla".

María Díaz

DISEÑADORA

Marco Marrero

diseñador

las cifras

Quince puestos de trabajo son los que tiene hoy en día la firma de moda tinerfeña, que comenzó con solo dos empleados.

38 puntos de venta, dentro y fuera de España, ofrecen su producción.

40% de su facturación se realiza en la actualidad fuera de España, gracias a la expansión de la marca.