Los ministros de Exteriores de España, Alfonso Dastis, y de Francia, Jean-Marc Ayrault, expresaron hoy su voluntad de llevar la iniciativa en materia europea, donde subrayaron la convergencia de sus posiciones.

"En Europa, la voz de España es necesaria y se la espera" en este momento de "incertidumbre", sobre todo tras la decisión de los británicos de salir de la Unión Europea, afirmó Ayrault en una comparecencia ante la prensa junto a Dastis, que realizó su primer viaje oficial a París desde que asumió el cargo.

Ayrault consideró que los dos países pueden impulsar el proyecto sobre la política de seguridad y defensa adoptado recientemente por los ministros de Exteriores de la UE con el objetivo de dotarse de autonomía estratégica, aumentar las capacidades comunitarias y desarrollar la industria de defensa.

Además, dijo que también hay "mucho que hacer" en el terreno de la seguridad, el crecimiento o el empleo con las iniciativas que están sobre la mesa desde la cumbre de Bratislava de septiembre y con vistas a la cumbre europea del próximo mes de marzo.

Dastis, que explicó que había elegido París para su primer desplazamiento como ministro en solitario (sin acompañar al rey o al presidente del Gobierno), hizo hincapié en que los dos países comparten "la mayoría de las visiones en el ámbito europeo". En ese sentido, se refirió a la seguridad, a "los desafíos de la inmigración" y al "brexit".

Afirmó que París y Madrid coinciden en "la voluntad de profundizar en el proyecto europeo" porque "el futuro pertenece a Europa". Para el titular español de Exteriores, hay que demostrar que la UE va a dar pasos "de forma armonizada y conjunta".

A la pregunta de si las diferencias ideológicas entre un Gobierno francés socialista y una mayoría de ejecutivos conservadores en Europa no comprometen la acción de París en el terreno comunitario, los dos ministros replicaron que por encima de eso está el interés de unos y otros por una mayor integración.

"Nuestro interés como países es que Europa vaya adelante en la defensa de la seguridad y de la prosperidad de nuestros ciudadanos", declaró el jefe de la diplomacia española, después de haber dejado claro: "El diferente color político de los gobiernos no tiene por qué afectar y, por supuesto, no nos afecta a nosotros".

Su homólogo francés explicó que unos y otros ven "cuál es el interés superior de las naciones", más allá de que no tengan "la misma sensibilidad política".

Lo ilustró con la relación que el presidente francés, François Hollande, mantiene con la canciller alemana, Angela Merkel: "El eje franco-alemán es esencial y debe ponerse al servicio de Europa".

Preguntado por la declaración del Parlamento catalán de octubre sobre el derecho de autodeterminación de todos los territorios de habla catalana, incluido el Rosellón francés, Ayrault lamentó ese pronunciamiento y pidió "respeto" a la soberanía de su país, pero dijo que no tenía intención de que eso diera lugar a un incidente.

Más allá de insistir en que corresponde a los españoles con sus instituciones decidir sobre su futuro, Ayrault precisó: "Queremos una España unida en el respeto de su orden constitucional".

El ministro francés mostró su "apoyo" a España en la presidencia este mes del Consejo de Seguridad de la ONU, y se refirió a la iniciativa española para la adopción en ese órgano de una resolución para conseguir un alto el fuego que permitiera un acceso humanitario a la población cercada en la ciudad siria de Alepo, bloqueada por el veto ruso.

En referencia a esa posición de Moscú, Ayrault denunció como "inaceptable e indigno" que se tome "como rehenes a los civiles de Alepo" y lanzó un nuevo llamamiento para que, con carácter urgente", se retome "la negociación diplomática", porque "no hay otro camino" para resolver el conflicto en Siria y "para nuestra propia seguridad".

Dastis aprovechó este primer viaje oficial a París para acudir por la tarde a la sede de la Unesco, donde se entrevistó con su directora general, Irina Bokova, y luego a la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde fue recibido por su secretario general, el mexicano Ángel Gurría.