El descenso de las horas dedicadas a la asignatura de educación artística, que ha pasado en la Lomce de ser obligatoria a ser optativa en Primaria, puede producir "analfabetos visuales" e influir, desde un punto de vista negativo, en la creatividad de los alumnos.

Así lo aseguró Alfonso da Silva, licenciado en Bellas Artes y profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), y autor, junto a otros siete compañeros, de un manual sobre "Didáctica de las artes plásticas y visuales".

Los "analfabetos visuales" son personas que no son capaces de diferenciar entre una imagen con contenido, que puede ser positivo o negativo para su formación, y ello puede provocar que no tengan una visión crítica de las imágenes que perciben y les "bombardean", como las audiovisuales y las procedentes del cine, la televisión y las redes sociales.

La educación artística es importante en el desarrollo de la creatividad, ya que los alumnos generan imágenes y propuestas artísticas; y fomenta la alfabetización visual porque ayuda a que los escolares conozcan qué tipo de imágenes de todas las que reciben son las positivas o las negativas.

Da Silva ser refirió a "la costumbre que existe, en ocasiones, de consumir imágenes sin pararnos a pensar qué nos cuentan" e insistió en que hay que aprender a leer e interpretar esas imágenes que se reciben en el día a día, pero no ayuda a ello que los alumnos no reciban el número adecuado de horas de educación artística.

Para él, uno de los cambios "más preocupantes" que se derivan de la aplicación de la Lomce es que, en Educación Primaria, esta asignatura pasa de ser obligatoria a optativa, con "lo que se abre la puerta, en función de la aplicación que haga cada comunidad autónoma, a que un alumno pueda pasar por todo ese nivel educativo de forma que no tenga ni una sola hora de educación artística".