El escritor mexicano Francisco Hinojosa, uno de los autores de cuentos más conocidos de su país natal, además de por su labor como editor, poeta, dramaturgo, ensayista y docente, será el encargado de impartir hoy la conferencia de clausura del XXI Festival Internacional del Cuento de Los Silos, a las 17.00 horas, en la sala del Centro de Salud de la villa norteña, donde hablará sobre "Escribir para niños desde México".

Este literato, que visita por primera vez Tenerife, se quedó entusiasmado con la gran concentración de gente y actividades que detectó nada más llegar a Los Silos: "Me parece sorprendente que un lugar tan pequeño tenga tanta capacidad de convocatoria", confesó con sinceridad.

Con más de una docena de títulos en su haber, tanto para niños como para adultos, este poeta reconoce que "muchos de mis cuentos tienen la particularidad de no ser lo que se podría llamar políticamente correctos. En un principio fueron rechazados por las escuelas y los padres de familia, no por los niños, porque hace 25 o 30 años tenían que ver con príncipes, princesas, castillos, duendes, hadas y brujas, pero no con una señora que pegaba a sus hijos. Digamos que fue el primer tropezón que tuve. Al principio fue rechazado por las escuelas, pero con el paso del tiempo se convirtió en uno de los libros más vendidos de México".

La literatura que practica este amante del Siglo de Oro español en general, en especial de Lope de Vega, aunque también le atraen Galdós o Tomás de Iriarte y sus fábulas, o Eduardo Mendoza, entre otras muchas lecturas, es muy variada, aunque está condicionada por una máxima, sobre todo la literatura infantil y juvenil, en la que admira al autor galés Roald Dahl.

"Me gusta tratar al niño con mucho respecto y sabiendo que es un lector muy exigente. Hay dos elementos principales en mi obra, una es el humor y la otra es el juego. Es lo que está presente en casi todos mis cuentos, en los que no hay un propósito previo, aunque le han dado a mis cuentos interpretaciones tan distintas... El autor lo que quiere es contar una historia, pero nunca tengo una intención previa, ni de ser didáctico, ni de promover un valor u otro, ni dar una enseñanza moralizante. La idea es entretener, que sea una historia interesante, que les diga algo acerca de sí mismos y la realidad".

El juego y el humor son el puente que une todos sus cuentos, independientemente del público al que se dirige, motivo por el que no le cuesta cambiar de "chip". "Tengo una novela que publiqué hace un par de años que tiene un trasfondo de Harry Potter, pero es un Harry Potter porno. Tiene, en vez de una escuela de magia, una escuela de sexo y prostitución en Francia. Se toman una serie de materias y hay una serie de paralelismos. Después Harry Potter empieza a desaparecer y entran otros autores como Kafka o García Márquez. Entro en ese juego".

A pesar de la influencia de las nuevas tecnologías en los jóvenes, sobre todo el mundo de internet, Hinojosa asegura que "Harry Potter" es una de las novelas más leídas en los últimos años y tiene una particularidad, no existe la tecnología en la obra, ni la religión. "A un niño que está pendiente de la tecnología punta ya no le sorprende nada. Lo que le sorprende es un mundo primigenio, el mundo de las brujas, los duendes, los seres y animales fantásticos. Creo que hay una especie de nostalgia de los tiempos primigenios y los juntamos, al mismo tiempo, con la tecnología".

Este consagrado narrador tiene muy claro que la literatura infantil y juvenil mexicana es diferentes a la de otros países, sobre todo en los temas que trata: secuestros, desapariciones forzadas, muerte, xenofobia, diversidad sexual...

"Resulta que en México hay de todo, pero tienen éxito estos temas y en algunos países, como Estados Unidos, están prohibidísimos. El presidente puede ser racista y xenófobo y decirlo públicamente, pero un niño no puede leer un cuento bien hecho y bien tratado sobre el tema del racismo. Hablo de México, pero también de América Latina, de Colombia de Chile, etcétera".

El primer libro que leyó Hinojosa sobre un secuestro fue uno de la colombiana Irene Vasco. Destacó que en este país es rara la familia que no ha sido afectada por esta lacra y se cuestionó "¿por qué no tocar este tema para los niños si se hace bien? El problema no es el tema, sino el tratamiento que se hace del mismo, si se hace de una manera eficaz, con respeto al niño lector, puede funcionar".