Aunque las posibilidades de figurar en la lista final que opta al Goya a la Mejor Película de Animación eran altas, el tinerfeño Alberto Rodríguez, director de "Ozzy", quiso ser cauto. "Todo puede ocurrir, pero reconozco que sí hubiera sido un pequeño chasco no estar entre los elegidos en el apartado de animación. Son pocas películas y lo normal era estar", agradece un cineasta que también recibió una nominación en el bloque de Mejor Sonido, un apartado en el que compite con producciones como "1898. Los últimos de Filipinas", "El hombre de las mil caras" y "Un monstruo viene a verme".

Rodríguez, que ya vivió la conquista de dos goyas y una preselección a los Oscar formando parte del equipo de "El bosque animado", asegura que "después de un trabajo tan agotador como este, todas las recompensas que recibe Ozzy siempre son muy bien recibidas. Son alegrías distintas. En aquella oportunidad viví todo el proceso en un segundo plano. Estas nominaciones son fruto de un laborioso trabajo en equipo pero, quizás, ahora estoy algo más expuesto", dijo sin atreverse a desatar la euforia antes de tiempo "No he visto las otras dos películas", declaró sobre las posibilidades de "Psiconautas" y "Teresa Galtzagorri".

"No me siento el favorito", añadió Rodríguez, justo antes de puntualizar que "los comentarios que he escuchado de Psiconautas apuntan a que es una película muy académica". De "Ozzy" cuenta que está satisfecho de la respuesta que ha tenido en taquilla y de las sensaciones que le transmiten las personas que han visto las aventuras del simpático canino, pero también revela que "los que tienen más conocimientos me sacan sus puntos débiles y los aspectos que son mejorables", comenta sin complejos sobre un filme que supuso su primera gran experiencia como director. "Ya estoy trabajando en otro proyecto de animación que tuve que interrumpir cuando nos metimos de lleno en el rodaje de Ozzy", avanza Rodríguez.