El Pleno del Ayuntamiento de Tijarafe ha aprobado un reglamento general del servicio municipal de suministro de agua potable, que tiene como objetivo evitar dispendios después de que el pasado verano se llegara a plantear restricciones por la sequía.

Se trata de un texto normativo que hasta la fecha no estaba aún desarrollado y que el grupo de gobierno tijarafero entiende fundamental "para poder optimizar y mejorar la calidad del servicio de abastecimiento de agua en el municipio".

Esta nueva norma incluye la categorización de nuevos usos del agua de abasto público, a parte de los establecidos hasta la fecha como domiciliario e industrial. Así, aparecen usos como el comercial, el de bodegas y cuartos de aperos u otros especiales y temporales como el agua de obras. Otra novedad es la obligatoriedad de la firma de un contrato entre el ayuntamiento y cada abonado, clarificando así los términos y condiciones de la prestación del servicio, dando a conocer a los usuarios y al propio prestador del servicio sus derechos y obligaciones.

Junto a esta nueva reglamentación, y aprobada también por unanimidad de los grupos políticos del plenario tijarafero, se encuentra una actualización de las tasas por suministro de agua pública y por alta en el servicio. Esta actualización introduce la novedad de la tarificación desde el primer metro cúbico de agua gastado y la introducción de una cuota fija bimestral. La modificación fiscal aprobada continúa bonificando a las familias numerosas y mantiene unos precios similares a los actuales para consumos considerados normales, gravando más, eso sí, aquellos que se entiendan excesivos.

Marcos Lorenzo, concejal de Obras, Servicios y Urbanismo, defiende que este reglamento "viene a complementar una serie de medidas que el grupo de gobierno quiere llevar a cabo con el fin de garantizar algo tan fundamental para el desarrollo de cualquier comunidad como es un servicio de abastecimiento de agua potable eficiente, suficiente y de calidad".

"Nuestro objetivo no es solo hacer frente a las difíciles situaciones que año tras año se nos plantean con la llegada del verano y las enormes complicaciones que afrontamos con la falta de agua para llenar nuestros depósitos, sino ir dando pasos encaminados a poder garantizar no solo el suministro actual sino las posibilidades de desarrollo futuro tanto poblacionales y de servicios de la mano de la actividad turística, como también de suministro para la producción agrícola y ganadera. Por ello precisamente estamos inmersos en la planificación de nuevas y ambiciosas infraestructuras hidráulicas para la comarca noroeste junto a Puntagorda y Garafía y el Consejo Insular de Aguas”, sentenció.

Para Jenny García Cáceres, alcaldesa del municipio, “el agua es un bien vital, preciado y escaso. Partimos de esta premisa a la hora de impulsar la filosofía de este reglamento que aprobamos por unanimidad".