Aarón Ñíguez realizó ayer su mejor partido con la camiseta del Tenerife. Quitándose importancia, quiso empezar su comparecencia ante los medios por el logro colectivo porque "ganar antes del parón era importante" para irse de vacaciones con buenas sensaciones y "tranquilos" por haber cumplido el objetivo. "Me he encontrado muy a gusto, he ido de menos a más, pero nuestro fuerte es el grupo y todos hemos estado bien", reiteró no sin admitir que había sido su "mejor partido".

En un análisis más detallado, hizo alusión a algunas acciones en las que tuvo participación directa en la contienda. "Pude haber marcado en la primera parte y luego tuve la falta", reconoció el ilicitano que logró el 2-0 justo el día que también había visto portería su hermano con el Atlétic de Madrid. "Son casualidades. Ha marcado Saúl, luego yo y espero que mañana (por hoy) lo haga Jony para hacer un hat trick", bromeó.

A diferencia de otras ocasiones, el Tenerife supo "evitar el correcalles" de anteriores encuentros en casa. De esta forma, sufrió "menos de lo habitual". Para Aarón, toca "desconexión" pero sin excesos "porque hay que ser profesionales 365 días al año". Al regreso ya se podrá pensar "en el Nástic", pero sin hablar de "play-off" porque "está todo muy igualado" en Segunda.

En similares términos se expresó Iñaki Sáenz, que recordó "experiencias anteriores" para justificar que costara tanto cerrar el partido de ayer ante el Alcorcón. Por eso, los blanquiazules tenían "más ganas si cabe que otras veces" de obtener los tres puntos. Sabían que luego se irían a las vacaciones y era importante el triunfo "para dejar atrás tanto empate y llevarse buen sabor de boca a las fiestas navideñas".

En cuanto a la valoración de la temporada hasta el momento, el lateral blanquiazul señaló que el Tenerife está "en buena línea", siendo conscientes de que "hay cosas que mejorar". Puso a todo el mundo "un aprobado" y agradeció el esfuerzo de los aficionados que asistieron al Heliodoro Rodríguez López "porque con el tiempo que hacía no apetecía nada venir a ver un partido de fútbol" y sufrir la lluvia y el frío. A ellos, como hizo Martí, les dedicó especialmente la victoria.