La Gomera ha sido protagonista de algunas películas significativas, aunque se espera que lo mejor esté por venir. Por un lado, se encuentran las rodadas en la Isla básicamente por las ventajas fiscales que ofrece Canarias, a lo que se une el poder contar con unos paisajes que tal vez no sean reconocidos fuera de La Gomera, pero que siempre resultan espectaculares. En este caso los beneficios vienen por el dinero que se gasta en el tiempo en el que actores y equipo permanecen en el lugar durante el rodaje y que suma unas cantidades nada despreciables. Es el caso de "En el corazón del mar", dirigida por el reconocido Ron Howard y un actor en pleno auge de su carrera, Chris Hemsworth. La grabación de la película se calcula que dejó varios millones de euros en La Gomera, debido a la gran cantidad de personal técnico, actores, ayudantes de maquillaje y fotografía que se hospedaron en diversos hoteles y apartamentos de Playa de Santiago. Además de los numerosos extras contratados durante aquellos días para el rodaje. Algo parecido ocurrió con "Furia de Titanes 2".

Luego hay otro supuesto. Son aquellas películas con temática de la Isla y por supuesto rodadas en la misma. Sería lo ocurrido con "Guarapo" hace 27 años y que se ha convertido en un filme mítico, aunque sea en el ámbito canario. O también más recientemente la rodada por el canario Andrés Koppel que llevó por título "La niebla y la doncella". Pero ha habido alguna más.

El presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo Curbelo, señala que ya ha quedado acreditado que La Gomera reúne las condiciones idóneas para servir como un gran plató de cine. A partir de aquí se abren numerosas posibilidades de proyección de la Isla en el exterior. "No cabe duda de que La Gomera es conocida por los rodajes que ha acogido, algunos con nombres de grandes estrellas y directores, lo que nos ha dado renombre en el ámbito internacional". Curbelo considera que la Isla se está consolidando como una referencia en el mundo de la cinematografía. Consecuentemente, son numerosos los beneficios que de aquí se desprenden con respecto al turismo, proyección de la realidad insular y posibilidades de atraer inversiones de calado.

El profesor de Teoría e Historia del Cine de la Facultad de Ciencias Políticas, Sociales y de la Comunicación de la Universidad de La Laguna (ULL), Fernando Iturrate, indica que en general las películas que escogen Canarias como plató lo hacen atraídos por las ventajas fiscales que implica un importante abaratamiento de costes, disponer de profesionales cualificados y de una estructura sólida.

A ello se une que el Archipiélago cuenta con muchas horas de sol y un paisaje variado que sirve igual para rodar un western, un largometraje de aventuras o uno cosmopolita. "Cuando una película funciona el lugar queda inmortalizado. Es lo que ocurrió con la imagen de Raquel Welch con el Teide al fondo en Hace un millón de años". Y todo ello pese a que Iturrate la considera una mala película de serie B.

Con respecto a "Guarapo" y "En el corazón del mar", el profesor entiende que han demostrado que La Gomera puede funcionar perfectamente como un plató aunque todavía no ha conseguido su imagen icónica para pasar a la posteridad. Pero Iturrate cree que se está en el buen camino para lograrlo. La Gomera tampoco ha tenido demasiada suerte en aparecer en el título de ninguna película. Pero eso sí, ha conseguido atraer a un filme de gran presupuesto, con estrellas de fama internacional. Las posibilidades están sobre la mesa: La Gomera cuenta con todas las condiciones para funcionar como un gran plató natural, en el que se incluye el bosque de laurisilva, costas que servirían para un rodaje con historias de piratas o ciudades coloniales. Lo importante es seguir apostando por la Isla.

En cuanto a "Guarapo" el profesor indica que ha funcionado muy bien pero casi exclusivamente en Canarias, en el exterior su trascendencia ha sido más limitada. De todas formas aparecen muchos paisajes e historias de la Isla. Todo lo contrario a "En el corazón del mar", que dejó mucho dinero durante su rodaje y alcanzó un importante renombre internacional, pero en la que apenas es reconocible la Isla. Con respecto a "La niebla y la doncella", La Gomera adquiere un importante reconocimiento y se transforma en el marco perfecto de una historia de misterio en el que la clásica niebla del Garajonay se convierte en protagonista.

El argumento gira en torno a la aparición en un bosque de un cadáver de un joven, un caso que rápidamente se cierra sin que aparezca el culpable. Pero tres años más tarde, el sargento Bevilacqua (Quim Gutiérrez) y su ayudante, la cabo Chamorro (Aura Garrido), son enviados para reactivar la investigación, a los que acompaña la cabo Anglada (Verónica Echegui), la última persona que vio al joven con vida. El guionista Andrés Koppel, que se lanzó por vez primera a la dirección de un largometraje, explica que aparentemente la obra es un "thriller" clásico en el que se intenta descubrir quién ha matado a una persona. El director canario se muestra muy satisfecho de que el escritor Lorenzo Silva situara a su famosa pareja de investigadores Bevilacqua y Chamorro en La Gomera, porque su pequeño tamaño y su aislamiento "son parte vital de la historia".

El Cabildo de La Gomera organizó en 2014 un homenaje al cuarto de siglo de estreno de Guarapo. Los directores del largometraje, los canarios Teodoro y Santiago Ríos, así como parte de los actores tuvieron la oportunidad de hablar con el público sobre lo que significó la gestación del proyecto y el resultado final. También se exhibió un homenaje a los actores Juan Luis Galiardo y Luis Suárez, hoy fallecidos.

Para los directores el argumento de la película, que no es otro que el éxodo de los canarios hacia el exterior, sigue tristemente de actualidad un cuarto de siglo más tarde.

En estos momentos son todavía muchos los jóvenes que se tienen que desplazar fuera de las islas para labrarse su futuro.