El Gordo de la Lotería de Navidad, el 66.513, dotado con cuatro millones de euros por serie (400.000 euros por décimo), ha repartido 640 millones de euros en Madrid a través de una administración de lotería ubicada en el Paseo de la Esperanza, un nombre muy propio para atraer la fortuna.

El premio ha salido a las 11.57 horas, en la séptima tabla, y ha sido cantado por Nicol Valenzuela y Lorena Stefan, quienes ya habían dado el primer quinto de este sorteo y casualmente el Gordo del año pasado.

Lorena, de 13 años, se ha despedido del Sorteo Extraordinario. "Ya he acabado", ha dicho sonriente Lorena Stefan, ante la multitud de medios de comunicación que le han rodeado, junto a su compañera, de 11 años, que puede volver a cantar de nuevo el número más deseado de la Navidad.

"Pensé que no iba a sacar el Gordo", ha asegurado Nicol, quien ha reconocido que no ha podido dormir esta noche "por los nervios".

Elisabeth, la madre de Nicol, ha pedido a los agraciados que no se olviden de ella y "le den una propina porque se lo merece".

Visiblemente emocionada, Elisabeth, nacida en Ecuador y residente en España desde hace 16 años, ha pedido "a toda esa gente que le ha tocado que se acuerden un poquito de mi hija", ya que el año pasado cuando también cantó el Gordo no ocurrió.

La madre ha contado que Nicol tiene una discapacidad del 37 % debido a un pequeño retraso en el aprendizaje, "aunque no se le nota", pero que requiere una atención especial, como la ayuda de un logopeda. Además, la niña tiene un sueño: viajar a Ecuador para conocer el país de su familia.

Nerea Pareja y Daniel Rodríguez han sido los encargados de mover los bombos para dar el mayor premio de este sorteo extraordinario.

En menos de diez minutos los cuatro chavales han cantado tres grandes premios, que se unen al quinto que habían sacado antes.

Desde que se conoció la noticia del Gordo, las botellas de champán han comenzado a abrirse en la administración número 4 del Paseo de la Esperanza, donde sus propietarios, Agustín y María José, han explicado que es la primera vez que venden un premio de esta categoría y que el número se agotó hace tres o cuatro semanas.

Llevan tan sólo cuatro meses al frente de este negocio y al número premiado están abonados varios clientes e incluso los propios dueños, que se han quedado con un décimo.

Esta es la primera vez en la historia de la Lotería de Navidad que el Gordo ha terminado en 13, un número tradicionalmente de la ''mala suerte'' pero que hoy ha dado ''la buena'' a muchos vecinos de este barrio popular de trabajadores, el de Acacias.

El PSOE ha rematado un año de mala suerte porque la lotería oficial se adquirió en la administración afortunada, pero el Gordo no fue el número elegido. Sí lo compraron unos cuantos trabajadores que lo cogieron, además del otro que suele terminar en 4 para seguir la tradición que marcó el que fuera su presidente Ramón Rubial.

Más suerte han tenido en otras localidades a las que ha viajado el Gordo, como Abadiño (Vizcaya), donde se han repartido 20 millones de euros en décimos vendidos por la administración de lotería del barrio de Matiena.

Según ha informado a Efe David Lobato, uno de sus titulares, esta administración hizo un intercambio de lotería con la de Madrid.

El número ha sido vendido "uno a uno" y se encuentra repartido entre los vecinos de barrio. Han sido cincuenta agraciados.

También el Gordo ha llegado a Talavera de la Reina, a una pastelería que ha repartido 20 décimos del Gordo, 8 millones de euros entre sus clientes.

María Rosa Valera, propietaria de la pastelería La Piedad, está abonada al número y lo juega todas las semanas, según ha explicado a los periodistas.

Otra localidad a donde ha ido a parar el Gordo es a Almendralejo, a un grupo de trabajadores de la empresa "Call Center Konecta".

Un comercial lo compró en Madrid junto a otros números, que juegan un total de 20 compañeros de este centro de trabajo.