Como si de un fichaje de invierno se tratara, Antony Lozano entrará en 2017 preparado para competir. Lo hará, "si el míster lo considera oportuno", el 8 de enero con motivo de la visita al Nástic de Tarragona, y después de casi dos meses y medio sin participar en un partido.

El delantero hondureño sufrió una rotura del bíceps femoral de la pierna izquierda durante el encuentro con el Rayo Vallecano, jugado el 29 de octubre en el Heliodoro Rodríguez López. Y ya está listo para reaparecer, tal como anunció ayer, durante la cita solidaria de los Amigos de Vitolo, a la que asistió como invitado. "Ya estoy bien; podré realizar el próximo entrenamiento con el equipo", dijo refiriéndose a la sesión con la que la plantilla blanquiazul pondrá fin a las vacaciones de invierno, el próximo martes por la tarde. "Luego iremos viendo si el míster cuenta conmigo para el próximo partido".

Lozano confesó que el tiempo de espera ha sido "complicado y muy duro", porque tenía el deseo de "estar en el campo y aportar cosas" en beneficio del grupo. "El fútbol tiene estos inconvenientes. La lesión me tuvo mucho tiempo alejado de las canchas, pero ya estoy mucho mejor y, si todo va bien, podré jugar el 8 de enero".

El Choco asume que, pese a haber sido titular fijo hasta caer lesionado, tendrá que partir de cero, ya que sus compañeros de ataque "lo hicieron muy bien" durante su ausencia. "Será complicado jugar, así que solo me queda aguardar mi oportunidad, ser paciente y apoyar al equipo si me toca esperar en el banquillo", dijo Antony.