El papa Francisco volvió ayer a sacudir las conciencias en el día de Navidad al repasar las guerras que afligen el mundo y los actos de terrorismo que causan muertes y miedo en el corazón de las ciudades. Asomado al balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro para impartir la tradicional bendición "urbi et orbi" de Navidad, Francisco fue invocando la paz ante todas las guerras y males del mundo.

Ya es una tradición que Francisco dedique su mensaje de Navidad a repasar las guerras y tensiones que provocan sufrimiento.

Comenzó invocando la paz para "la martirizada Siria, donde demasiada sangre ha sido derramada" y, "sobre todo, en la ciudad de Alepo, escenario, en las últimas semanas, de una de las batallas más atroces". "Es muy urgente que se garanticen asistencia y consuelo a la extenuada población civil, respetando el Derecho Humanitario. Es hora de que las armas callen definitivamente y la comunidad internacional se comprometa activamente para que se logre una solución negociable y se restablezca la convivencia civil en el país", exhortó.

A los israelíes y los palestinos les pidió que "tengan la valentía y la determinación de escribir una nueva página de la historia, en la que el odio y la venganza cedan el lugar a la voluntad de construir conjuntamente un futuro de recíproca comprensión y armonía".

Deseó "unidad y concordia" para Irak, Libia y Yemen, "donde las poblaciones sufren la guerra y brutales acciones terroristas," y también en Birmania (Myanmar) y que se alivien las tensiones en la península coreana.

Con tono apesadumbrado, Francisco recordó la situación en Nigeria, "donde el terrorismo fundamentalista explota también a los niños para perpetrar el horror y la muerte".

Pidió la paz en Sudán del Sur, en la República Democrática del Congo y en Ucrania oriental, "donde es urgente una voluntad común para llevar alivio a la población y poner en práctica los compromisos asumidos".

También recordó el momento que vive Colombia tras la firma de los acuerdos del paz, al pedir "concordia para el querido pueblo colombiano, que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y de reconciliación"

El papa Francisco agregó que "dicha valentía anime también a la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales y a edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la población entera".