Quizás ya no sea sorprendente ver al Vega Lagunera Adareva en la lucha por acceder a los "play offs" de ascenso de la Liga Femenina 2. Diseñado nuevamente en el periodo estival para salvar la categoría, el conjunto que entrena María Sosa ha cogido últimamente una velocidad de crucero que le sitúa como cuarto clasificado del exigente Grupo B.

¿Qué nota le pone a su equipo en esta primera parte del curso?

Creo que un sobresaliente porque ha sabido suplir la carencia de las lesionadas Laura Bejarano, que no ha podido estar en casi ningún partido, y Eva Serra, que también estuvo tres jornadas sin poder jugar. Las jugadoras han sabido dar un paso al frente para estar donde estamos.

¿Para cuándo podrá estar Laura?

No hemos querido forzarla hasta ahora, pero ya creemos que estará para el primer partido a disputar en el mes de enero.

Eva ya está aportando mucho.

Pensábamos que no iba a estar bien tras el parón, pero todo lo contrario. En el primer partido, que fue el derbi, ya nos echó una mano. Es de agradecer su implicación.

¿Esa victoria ante el Ciudad de los Adelantados ha podido ser un punto de inflexión para ver que pueden estar arriba?

La posición en la que estamos es un poco relativa. Al estar todo tan igualado, uno o dos partidos perdidos te manda de mitad de tabla para abajo. Lo que necesitábamos era ganar un par de partidos consecutivos. En casa estábamos teniendo buenas sensaciones, pero no terminábamos de arrancar fuera. El hecho de venir de una derrota, ganar el derbi y luego vencer fuera es verdad que nos dio un empujón para conseguir cuatro victorias seguidas.

Las vacaciones frenan la buena dinámica. ¿Cómo lo lleva?

Cuando estábamos cogiendo el impulso se para la Liga... Bueno, agradecemos el parón para tratar de recuperar a todas y porque las buenas sensaciones harán que vengan con muchas ganas. Si nos hubiéramos ido en un mal momento, nos hubiera costado.

¿Qué pasaba fuera para que el equipo no acabara de arrancar?

Los viajes el mismo día de los partidos nos pasan mucha factura. Son tres horas hasta Madrid y luego el desplazamiento por carretera hasta el pabellón de juego. Hay jugadoras que no estaban acostumbradas. A medida que han pasado las jornadas van mejor.

Sin embargo, el Adareva está siendo un rodillo en casa.

Lo implicado que está el público con nosotros es muy importante. Finca España siempre se llena. En momentos del partido donde faltan fuerzas o estamos en dinámica negativa ellos te meten otra vez.

Los partidos igualados están cayendo de su lado.

Estamos acostumbradas a sufrir y en finales igualados no nos termina de temblar el pulso. En el partido contra el Claret, perdíamos de seis a 14 segundos y terminamos metiendo un triple de ocho metros para ir a la prórroga. Luego, ganamos. El equipo se dio cuenta de que por muy difícil que fuera, con el apoyo de la gente y la fe, lo conseguimos todo. Ya no nos dan miedo los finales igualados.

El actual 8-4 propicia que mucha gente piense que su equipo es aspirante al ascenso.

Es un poco irreal. Nosotros somos un equipo que se formó para luchar por la permanencia. Por suerte tenemos muy cerca el objetivo. A partir de ahí vamos a intentar disfrutar el partido a partido. No nos vamos a poner ningún tipo de presión por estar arriba.

Al principio de temporada dijo que firmaba la permanencia. ¿Qué piensa a día de hoy?

Nuestro objetivo era ese. Ahora mismo estamos en disposición de estar arriba y de poder soñar más. Si nos planteáramos la Fase de Ascenso ahora, con la plantilla y los medios que tenemos, sería meter una presión innecesaria. A la larga lo pagaríamos.

¿Podría llegar alguna incorporación antes de que se cierre el periodo de fichajes de enero?

Llevamos buscando una interior desde el principio de la temporada. No la hemos incorporado porque buscamos un prototipo de jugadora muy determinado. El dinero que manejamos es muy poquito. Queremos que la que venga encaje perfectamente para que no se nos rompa el grupo.

¿En qué aspectos del juego hay que insistir y en qué otros hay que mejorar?

Tenemos que seguir insistiendo en seguir corriendo, en jugar a nuestro ritmo, mucho rato libre porque es mucho más difícil de defender para los otros equipos. La carencia es la defensa. Debemos intentar que nuestros rivales no metan tantos puntos. Somos un equipo muy ofensivo, pero muy poco defensivo. Mejorar ese aspecto sería importante en la segunda vuelta de la Liga.

¿Cómo valora el nivel del Grupo?

Sabíamos iba a ser duro, pero la sorpresa ha sido comprobarlo. Todos los equipos, en todo momento, te lo ponen muy difícil. Valencia está abajo y nos hizo sufrir muchísimo hasta el final para poder ganar. El nivel de competitividad respecto al año pasado es mucho más elevado.