Lo que empezó siendo una aventura solidaria en 2011 sin planes a largo plazo, se ha convertido en una costumbre para Juan Roque Alberto, un entrenador de fútbol tinerfeño que dedica unos días al año a viajar a África -también pasó por América Central- con el único propósito de ayudar a niños y niñas que intentan practicar su deporte favorito en una situación precaria. Gambia y Mozambique fueron los destinos elegidos por este técnico nacional en 2016 para regalar uniformes y transmitir sus conocimientos.

Roque visitó Gambia por cuarta vez, en este caso para repartir material donado por la Escuela Municipal de Candelaria, y supervisar las sesiones de trabajo de dos equipos de la ciudad de Lamin durante un par de semanas. De paso, participó activamente con la ONG Aseda África en un colegio de la citada localidad, por ejemplo, impartiendo clases de español entre alumnos de entre 13 y 15 años.

Tras esta experiencia, viajó a Mozambique, donde permaneció dos meses. Roque se trasladó desde la Isla con las maletas llenas de equipaciones nuevas ofrecidas por la Federación Tinerfeña de Fútbol. Los destinatarios fueron los jóvenes, sin familia y muchos enfermos, que viven en el orfanato Casa do Gaiato, situado en Maputo.

Su siguiente proyecto, ya en 2017, lo llevará a Guinea Bissau y Etiopía. Fútbol como excusa para ser solidario.