España es uno de los países de la Unión Europea en el que menos nacimientos se producen. Con una tasa de fecundidad de 1,33 hijos por mujer, no se garantiza una pirámide de población estable. Son muchos los motivos que influyen en esta baja natalidad, siendo uno de ellos el retraso de la edad a la que tener el primer hijo. Algo que hace a las mujeres, cada vez más, ayudarse de tratamientos de reproducción asistida.

Las causas de esta situación se entrelazan, pero el motivo principal de la reducción de la natalidad en España es la tardanza en intentar el embarazo. La edad media en que las españolas tienen un primer hijo se situó en el 2014 en los 31,8 años, 16 meses más que la media de los países de la Unión Europea. Si añadimos el panorama laboral y económico este número tiene tendencia a seguir aumentando.