Tras la alerta realizada en las últimas semanas por la asociación de vecinos Tinguaro, de Barrio Nuevo, en La Laguna, sobre la creciente entrada de okupas en viviendas de la zona, la preocupación de los residentes no cesa. Al contrario, el problema va a más. Existe ahora el temor de que este enclave acabe convertido en una especie de "Barceloneta", el conocido núcleo catalán en el que este movimiento de contracultura cuenta con gran fuerza.

El parangón con ese lugar tiene su origen en internet. Desde la revista El Verdeño, el medio de comunicación oficial de los colectivos del barrio cercano de La Verdellada -y donde con frecuencia se hacen eco de las demandas y noticias de Barrio Nuevo-, publicaron el pasado lunes que los okupas "no tienen intenciones de parar" y que su idea es crear allí la "Barceloneta de Tenerife". Según manifestaron desde el blog, esa voluntad ha sido expresada a través de perfiles de redes sociales, si bien optaron por no darlos a conocer.

En declaraciones a este periódico, el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de La Laguna, Jonathan Domínguez, afirmó que no conoce si exactamente las personas que han entrado en los inmuebles han utilizado o no la comparación con ese barrio de Barcelona, pero que es lo que están "transmitiendo" con el "modelo de ocupación" que han venido realizando, con el que pretenden la creación de espacios de carácter cultural.

El edil nacionalista, que durante la tarde publicó un tuit de solidaridad con los afectados, reconoció su "preocupación" con los hechos, sobre todo porque, añadió, no es habitual que con estos fines se produzcan ocupaciones de propiedades particulares en el municipio. Junto a ello, mostró su respeto a quienes defienden lo positivo de acciones comunitarias en esta línea, pero puso de relieve que no se puede ir "contra los derechos de los demás".

"Lo que estamos haciendo desde la Policía Local, que tenemos unas competencias muy limitadas, es intensificar la vigilancia en la zona", explicó Domínguez, antes de precisar que, en paralelo, han recomendado a los dueños de casas vacías que traten de evitar la apariencia de abandono y que se está realizando un seguimiento de las viviendas ocupadas para identificar cuál es el perfil de sus actuales moradores.

En ese último aspecto hizo ayer especial énfasis el presidente de la asociación de vecinos Tinguaro, Juan Luis Marín. Sorprendido, y también preocupado con la posibilidad de que se acabe creando un "barrio okupa", relató que en fechas recientes mantuvo un encuentro con un grupo de inquilinos y que estos le comentaron que en algunos casos eran estudiantes universitarios. "Como colectivo nos dijeron que ellos ahora son de aquí y que tenemos que velar por sus derechos", expuso el dirigente lagunero sobre una situación que calificó de "surrealista".

El "hotel okupa" y otras casas afectadas

Un edificio de tres plantas, y unos 30 inquilinos, en la calle El Drago, es uno de los protagonistas de la "ocupación" en Barrio Nuevo. El "hotel okupa", según lo llama, por sus dimensiones, el presidente vecinal. El resto de casos están relacionados con viviendas de una planta, muy habituales de la zona./ á.H.