"Esto sí que es un pedazo de equipo". Hacía tiempo que en el pabellón Insular Santiago Martín no se oía este cántico hacia los jugadores y técnico del Iberostar Tenerife. Pero es que ayer lo merecieron. El conjunto tinerfeño había conseguido su pase a la Copa del Rey; y eso, a falta de dos jornadas para terminar la primera vuelta, es un gran mérito.

Es el quinto equipo en hacerlo. Real Madrid, Barcelona y el Baskonia (este, por ser el organizador) lo habían conseguido en jornadas anteriores, y en esta última se unieron el Valencia, que venció el pasado jueves al Manresa, y el Iberostar Tenerife. Un éxito en mayúsculas de un equipo que ha tenido tres meses de competición de muy alto nivel.

Ayer fue un día de esos en los que sabes que necesitas jugar bien, que debes ganar, y lo consigues a base de sacrificio defensivo y, cómo no, acertado en ataque.

Los diez primeros minutos del Iberostar Tenerife fueron de mucha intensidad y muy atractivos para el espectador.

Los dos conjuntos salieron dispuestos a todo, con buenas defensas y, en ataque, buscando el punto débil del rival.

El Morabanc Andorra intentaba atacar por dentro con Shermadini, que no lo hizo mal, mientras que el Iberostar Tenerife lo buscaba por fuera. Estuvo mejor el conjunto tinerfeño, que tuvo en Doornekamp a un buen lanzador.

Joan Peñarroya, entrenador del Andorra, tuvo que pedir pronto su primer tiempo muerto (m. 4, con 15-10) porque veía cómo el rival se le escapaba.

No tuvo su efecto ese minuto y el Iberostar, jugando con rapidez, intensidad y acertado en ataque, fue aumentando sus diferencias hasta los nueve puntos.

En el segundo cuarto se mantuvo la intensidad y el control, pero el acierto no fue igual. Eso supuso que las diferencias en el marcador se mantuvieran a lo largo de este período.

El Iberostar Tenerife, con esa pequeña ventaja, estaba cómodo y esperaba a que su rival asumiera más riesgos en el juego.

Un parcial de 8-2 para el Iberostar que tuvo como protagonista a un trabajador Will Hanley, significó que esa ventaja aumentara hasta los 14 puntos (39-25).

El tercer cuarto fue clave. Los del Principado salieron a por todas y aprovecharon la debilidad defensiva local para hacer un parcial de 0-6 (44-40) después de un triple de Jelinek y otro de Walker.

Se encendieron así las alarmas en el cuadro aurinegro y llegó el momento de Davin White, jugador que aparece cuando se le necesita. Tiene sus días, pero cuando tiene la mano caliente, es casi imparable.

El escolta norteamericano lideró la nueva reacción de su equipo, anotando cuatro triples importantes, apoyado por Doornekamp. Eso supuso que del 44-40 se pasara a un 57-44 (m. 25), una diferencia que se fue ampliando hasta los 20 puntos (67-47), máxima diferencia del Iberostar Tenerife en todo el partido.

El Morabanc Andorra y su técnico ya no sabían qué solución buscar. Cambiaron la defensa a White en varias ocasiones e insistieron por dentro en ataque, pero no encontraron la fórmula de poder frenar al Iberostar.

El Andorra se puso a 14 (80-66) a falta de dos minutos, pero el equipo de Vidorreta supo mantener la calma y el acierto para terminar ganando. Ahora, descanso hasta el lunes para preparar el choque de Europa el martes en Strasburgo.