Los Reyes Magos se están acercando a nuestras casas, y a menos de una semana de que lleguen se preguntan si, todos esos niños y niñas (y mayores) que les han pedido que les dejen un dron (una pequeña aeronave teledirigida) bajo el zapato podrán realmente utilizarlo.

A pesar de que la regulación del uso del dron esté publicada en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), parece que todavía quedan dudas. El ejemplo lo pone el autor de unas imágenes aéreas en el Parque Nacional del Teide captadas con este aparato, que fue denunciado el pasado jueves por miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

Para alivio de los Reyes, y según la AESA, "no es necesario ser piloto pero se debe saber volar con seguridad". En esta línea Gustavo Lorenzo Zamora, director general de Aeromedia Girona, asegura que los drones lo pueden también utilizar "mayores de 14 años", pero insiste en que "su utilización debe quedar dentro del ámbito personal y privado". Es decir, a la hora de lucrarse con las imágenes captadas por el aparato, se tiene que "tener más de 18 años" y además se debe adquirir "un certificado de piloto de dron, pasar por una revisión médica específica para pilotos y realizar un curso de conocimientos aeronáuticos", explica Lorenzo.

"Mi recomendación es que si se va a volar un dron, acuda siempre a formación", insiste el director general. "Los drones son más peligrosos de lo que se piensa y además es necesario conocer dónde se puede volar porque las multas son muy elevadas". Una advertencia que también recuerda la AESA porque "el dron no es un juguete, es una aeronave", e informan de que "las multas por su uso indebido pueden alcanzar los 225.000 euros".

Quizás por eso otro buen regalo para acompañar a este dron sería un curso para pilotos impartido por ATOs, una de las escuelas españolas de aviación certificadas en formación y título de vuelo de drones. En Canarias hay dos academias que imparten esta formación, ambas situadas en Las Palmas de Gran Canaria, y son Canavia y Real Aeroclub de Gran Canaria. Canavia, por su parte, ha impartido cursos también en Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote.

¿Pero cuál es la normativa? Los drones "siempre hay que tenerlos a la vista y no deben superar los 120 metros de altura", informa la AESA. Además no se pueden volar en zonas urbanas, sobre aglomeraciones de personas - parques, playas, conciertos, bodas, manifestaciones o procesiones-, de noche, cerca de aeropuertos ni en zonas donde se realicen vuelos con otras aeronaves de baja altura. La AESA insiste en que "no se puede poner en peligro a terceros" y que "los daños que cause el dron son responsabilidad de quien lo maneja". Lorenzo Zamora explica que, en esta línea, "los pilotos que trabajen con drones tienen que asegurarlos a terceros con un mínimo de 300.000 euros de indemnización y los drones de estos pilotos tienen que llevar placas identificativas".

Además se recuerda que "por muy pequeño" que sea el aparato, "si se va a utilizar para ganar dinero, el piloto necesitará certificado y las normas se aplican igual para ellos". Una vez conocido todo esto, los Reyes ya están preparados para regalar drones a las personas que se hayan portado bien y a aquellos que cumplan o puedan cumplir la normativa vigente. Una vez aparezca el regalo bajo el zapato, ya se podrán realizar fotos y vídeos, fotogrametría, seguimiento de obras, vigilancia e incluso agricultura de precisión.