En fin de año, uno de los reclamos televisivos es el "sex appeal" de las presentadoras. Y no sé si me van a volver a llamar machista en este país de hembrismo creciente y de humor menguante, pero me da igual. En cualquier caso, para machistas los canales que las visten de esa guisa año tras año. Supongo que tanto Cristina Pedroche como nuestra Eloísa González son conocedoras de lo caprichosa que ha sido la genética con ellas para bien. Y además, de lo bueno que es eso de cara a la presentación de determinados espacios televisivos. Si esto no fuera así, ninguna de ellas luciría sus lindezas el último día del año para deleite de los ansiosos telespectadores.

Más o menos competentes y más o menos profesionales, el mercado (por no decir ellas mismas y los directores televisivos) les pide algo más cada año y tan contentas. La raja de la falda de Eloísa (que ni la de Estopa) fue la sensación del año que se nos fue, de igual manera que las transparencias de la Pedroche. Quizás esto venga a paliar en gran medida la mediocre programación de ambas cadenas durante el día 31, donde las teles cada vez se esfuerzan menos.

Para los siempre quejicas, igual hay que proponer una programación de uvas alternativa, donde el actor Nacho Vidal y el espíritu de la cupletista Carmen de Mairena nos anuncien el nuevo año. Si a la transformista fallecida la invoca Iker Jiménez es posible que arrasen en audiencia.Y es que este país no es para menos, ni yo tampoco.

@JC_Alberto