Benigno Agustín Díaz Rodríguez, conocido como Nino Díaz (Lanzarote, 1963), es un músico, intérprete de clarinete, director de orquesta, docente y compositor, con residencia en Berlín y desde hace algo más de seis meses, tras el cese de la anterior directora del Festival Internacional de Música de Canarias (Fimc), Candelaria Rodríguez, la persona encargada de afinar la 33ª edición, una de las más polémicas.

A través de una conversación telefónica admite que lo envuelve una sensación armónica y entona con firmeza: "Soy un hombre de sueños". El equipo al completo se encuentra trabajando, ya está todo cerrado y cree que debe representar un motivo de alegría el hecho de contar con el festival "más variado y amplio de cuantos se hayan celebrado los últimos años".

Se considera también una persona de transición. "Entré por encargo y cuando acabe, me iré. No voy a quedarme aquí. Tengo mi trabajo y mi vida en Berlín", frasea con claridad.

Coincidiendo con la llegada ayer a Tenerife de la Mahler Chamber Orchestra (MCO), formación que hoy pone en marcha un taller de sensibilización a la música para niños con discapacidad auditiva, Nino Díaz entiende que "para nosotros ya ha comenzado el Festival", aunque para el gran público el estreno tendrá lugar el sábado, 7 de enero, en el Auditorio de Tenerife, con la MCO, y en La Graciosa al son del Cuarteto de Cuerdas de La Habana.

Si pudiera volver atrás y retomar la partitura, Nino Díaz reconoce que acompasaría mejor los tiempos, que "haría las cosas con mayor reflexión. Es un festival enorme y una cita de estas características precisa estar cerrada un año antes", pero lo ajustado del calendario quiso que, a falta de seis meses, quedara por definir casi la mitad de la programación.

Desde ese mismo registro valora que "con más reposo, también hubiera sido posible rectificar, reflexionar, porque las prisas no son buenas consejeras", y aunque adelanta que "no va a ser perfecto", no le preocupa el entorno crítico que rodea esta edición y sí, en cambio, que el público se lo pase bien, "que cualquier persona encuentre alguna razón para acercarse a las audiciones por lo que ofrecemos en este programa. Desde música antigua, del siglo XVI, hasta de vanguardia, pasando por todo el siglo XX, que en anteriores ediciones estaba bastante dejado".

Las circunstancias mandan. "Se ha ido reduciendo el presupuesto y no se trata de señalar culpables, sino de analizar la situación con tranquilidad. Tampoco es cosa de matar el festival, como se ha escrito, ni de cambiarlo".

En los últimos diez años, el número de abonados ha vivido un continuo descenso, si bien en Tenerife "hemos roto la tendencia y se han registrado más abonados que en ediciones anteriores", al contrario que en Gran Canaria. "Creo que motivado por el jaleo mediático que se ha montado, que considero no ha sido bueno para el desarrollo del festival", señala. Pero no se trata de perder a nadie. La idea es abrir esta cita a otras sensibilidades. "Que lo deje una persona es una catástrofe, pero se trata de sumar, de añadir, no quitarle el sitio a los que ya están".

La necesidad de atraer nuevos públicos es algo preexistente, "un síntoma común a otras citas y un problema global. Hay que intentar captar a público joven", destaca, y cuando habla de público joven se refiere a gente de 40 años de edad hacia abajo.

Y no quiere entrar en polémicas a escasos días para que suenen los primeros acordes, pero subraya que "Canarias no es Salzburgo. No somos más, pero tampoco menos. Nuestra condición es diferente, la de un territorio fragmentado en ocho realidades. No conozco ningún otro festival en el mundo que se desarrolle en un archipiélago". Y el hecho insular "pesa". Todas las islas no disponen de infraestructuras adecuadas; los traslados...

Nino Díaz asegura que están "repensando" un festival del siglo XXI, en una Canarias inmersa en un contexto socioeconómico y cultural determinado, sin olvidar que esta cita representa la mayor inversión cultural del Gobierno.

Nino

Díaz

coordinador del festival de música de canarias

las cifras

1,3 millones de euros es el montante del presupuesto de esta edición que aporta en su totalidad el Gobierno de Canarias a través del área de Cultura, Turismo y Deportes.

673,9 mil euros es la cifra estimada de recaudación bruta por abonos y venta de localidades, que en valores netos alcanzaría los 629.871 euros.

8 euros vale la entrada más económica, con un rango de precios hasta los 70 euros para las localidades de mejor ubicación. Los programados en La Graciosa y El Hierro tienen carácter gratuito.

50 escenarios repartidos por las ocho islas acogerán desde el 7 de enero al 4 de febrero a más de una veintena de formaciones que suman un número superior a los 600 músicos.

88 conciertos de los que Gran Canaria acogerá 16 por los 15 de Tenerife; 11 en Fuerteventura y 10 en La Palma y también Lanzarote; 7 viajarán a La Gomera, por los 5 de El Hierro y 4 en La Graciosa. A ellos se suman las 8 citas del programa "Sigue la Música", que este año se celebra el 21 de enero.

Una musicóloga de apoyo

Entre las novedades de esta edición del Festival Internacional de Música de Canarias destaca la inclusión de un programa de charlas previas a algunos de los conciertos. Los treinta minutos previos al comienzo de cada audición, la musicóloga Marina Hervás, responsable del blog oficial del Festival -otra de las novedades de este año-, recorrerá las Islas para charlar con el público sobre las caractwer´çisticas del repertorio. Esta experta también estará a disposición del público durante los descansos. En algunos conciertos, el formato que se ha elegido para estas presentaciones es el de entrevista con los artistas. Entre las citas en las que se aplicará esta novedosa fórmula se encuentra, al menos, uno de los conciertos que ofrecerán todas y cada una de las formaciones participantes en la 33 edición.