La Alegría está de enhorabuena. El barrio de Anaga ha reiniciado esta semana el camino para hacer honor a su nombre. Con la evaluación ambiental estratégica del Plan Especial y la exposición del borrador por un plazo de 45 días. La Alegría fue objeto de un amplio estudio del equipo de arquitectos Casariego-Guerra, que elaboró un ambicioso Plan Especial del que poco más se ha vuelto a saber hasta ahora. El documento incidía sobre las dos grandes ejes: el traslado de viviendas situadas en pendiente para evitar los riesgos naturales y dar solución a los viales interiores.

La Alegría es un enclave singular en cuanto a situación geográfica y trama urbana, irregular y con edificaciones unifamiliares de baja altura. Es el resultado de un proceso de desarrollo espontáneo, sobre un terreno de elevada pendiente, lo que se ha traducido en problemas de accesibilidad, déficit de espacios libres y equipamientos, y un alto porcentaje de edificación en mal estado. A todo ello se une una población en disminución, envejecida y con crecientes problemas económicos y sociales.

El Plan General en vigor ha intentado solventar los problemas de acceso, a partir de la proposición de nuevos viales y la organización general del trazado en el entorno. Aborda, además, la implementación del área de equipamientos en el borde del barranco de Tahodio, de lo que se beneficiará el barrio.

Los redactores indican que aún resta por abordar la problemática interna, objeto central del plan especial. El diagnóstico arroja luces y sombras. Así, se indica que es un área urbana singular de Santa Cruz que participa de la fachada marítima de la ciudad y ha adquirido una posición central, aunque eso no se ha traducido en mejoras relevantes, apreciándose disfunciones en las áreas públicas y en la edificación residencial.

La Alegría constituye uno de los sectores de encuentro con el conjunto de Anaga y su rehabilitación debe entenderse desde ese contexto. La pronunciada topografía sobre la que se asienta le proporciona unas condiciones singulares y se traduce en una trama viaria intrincada, que no atiende a unas condiciones mínimas de accesibilidad, lo que configura bolsas de marginalidad que amenazan el futuro y ya constituyen un problema urbanístico y social. Cabe destacar la inexistencia de espacios libres y equipamientos que los arquitectos estiman podría solventarse rehabilitando los existentes.

Sobre el estado de la edificación, las conclusiones son diversas: "El recorrido por los paseos ofrece una sucesión de recodos de gran interés espacial, con un escenario magnífico: la ciudad y el mar. Viviendas, más o menos autoconstruidas, de entre una y tres plantas, unifamiliares en su mayoría. Cada pieza aislada no presenta cualidades relevantes, pero conforman un conjunto de interés".

Han sido valorados aspectos como el riesgo frente a fenómenos naturales, especialmente grandes lluvias, desprendimientos y sismos, su adecuación y el aspecto exterior.

Hay tres direcciones sobre las que transita el Plan Especial. El primer objetivo es la prolongación de la vía principal para mejorar la accesibilidad rodada al área superior, habilitando un amplio espacio libre y suelo para viviendas en sus márgenes; en segundo lugar, el derribo de las edificaciones más afectadas por las lluvias del 31 de marzo del 2002 y el estudio de riesgo elaborado a continuación; y, por último, la mejora del área de equipamiento de los márgenes y el barranco de Tahodio.

"La propuesta de rehabilitación se plantea con la meta de mejorar condiciones de equipamiento, la calidad del espacio público y organizar una estrategia de rehabilitación y control de la edificación residencial. Ahora bien, todas estas acciones deben unirse en un programa de actuación soportado la mejora de la accesibilidad". Así dice textualmente el borrador.

En el documento se reconoce que hay una notable carencia de equipamientos y dotaciones básicas. Apenas se puede hallar un campo de fútbol que previsiblemente también será trasladado. Se prevé también la desafectación de los terrenos que hasta ahora pertenecían al puerto, donde está prevista la construcción de una zona deportiva y una plaza.

En pocos años el barrio se convertirá en el tablero por el que cruzarán o conectarán nuevas e importantes vías como la litoral y la de cornisa. Para ello una gran rotonda que además enlazará con el previsto túnel de Valleseco.

El Plan Especial de La Alegría plantea mejorar la accesibilidad, hoy mermada por el carácter "vertical". Una ambiciosa adaptación urbana con zonas ajardinadas, mobiliario urbano o alumbrado público. En resumen, infraestructuras "para dar alegría".