La peor marejada ciclónica registrada en la costa alemana del Báltico en los últimos diez años causó anoche inundaciones y daños importantes en los estados federados de Schleswig-Holstein y Mecklemburgo-Antepomerania y superó todos los pronósticos meteorológicos.

"Fue la peor marejada ciclónica desde 2006", afirmó Jürgen Holfert, máximo responsable del servicio de medición del nivel del agua del Báltico, de la Agencia Federal de Transporte Marítimo e Hidrografía (BSH), citado por los medios alemanes.

El nivel del agua continuará hoy en muchos lugares un metro por encima de lo normal, "pero los peligros de la marejada ciclónica están controlados", agregó.

A últimas horas de ayer, el nivel del agua se elevó entre 1,50 y 1,70 metros por encima de lo habitual; en Lübeck y en Wismar se midieron incluso 1,79 y 1,83 metros, según informa el portal "Pegel Online".

A primer horas de la mañana, parte el agua acumulada había vuelto a fluir, pero según la BSH, Lübeck y Wismar registraban aún a las 02.30 hora local (01.30 GMT) niveles de 1,39 y 1,43 metros por encima de lo habitual.

Entre las ciudades más afectadas figuran -además de Lübeck y Wismar-, Kiel, Rostock, Warnemünde, Flensburg, Eckenförde y las islas de Rügen y Usedom.

"Mucha gente había preparado lo suficiente sus casas. Tuvimos que acudir con sacos de arena para proteger las viviendas", indicó Matthias Schäfer, de los bomberos de Lübeck, que tuvieron que reforzar su operativo ante un creciente número de llamadas de emergencia.

Según los meteorólogos, el ciclón Alex abandona Alemania y sigue su curso hacia Bielorrusia, aunque hoy todavía se pueden registrar fuertes nevadas, granizadas y tormentas sobre todo en el este y en el sur del país.

El Servicio Alemán de Meteorología (DWD) mantiene en pie la advertencia de fuertes nevadas para Baviera, en el sur de Alemania, donde las tormentas y la nieve causaron ya entre ayer y hoy alrededor de 160 accidentes de tráfico, según un portavoz de la policía.

Para mañana, se espera un "frío moderado" en todo el país con temperaturas de hasta siete grados centígrados bajo cero.