Por primera vez en los treinta y tres años de historia del Festival de Música de Canarias (FIMC), la nota de una obra escrita por un compositor canario abrirá el concierto inaugural. Se trata de "Chamán", pieza del compositor Gustavo Trujillo, cuyos acordes sonarán mañana, sábado, en el Auditorio de Tenerife, interpretados por la Mahler Chamber Orchestra (MCO), un programa que se completará con el "Concierto para Violín nº 1", de Prokofiev, con Frank Zimmermann como violín solista, y "Nature, life and love" de A. Dvorak.

El teatro Leal se convirtió ayer en escenario de la rueda de prensa del concierto de estreno de esta edición, con presencia del coordinador del FIMC, Nino Díaz; el viceconsejero de Cultura, Aurelio González; el director Jakub Hrusa; el gerente de la MCO, Michael Adick, y el compositor de "Chamán", el canario Gustavo Trujillo.

Precisamente, el músico orotavense, afincado en Amsterdam, describió su obra como una pieza "relativamente sencilla de escuchar" y que en cierta forma desmitifica la imagen del compositor "complicado" del siglo XX.

"Chamán" alude, de una parte, a la figura del brujo, al hechicero tribal, y por otro lado desarrolla la idea del charlatán, de la persona que habla mucho, pero no sabe lo que está diciendo, explicó.

Jakub Hrusa definió el programa del concierto inaugural como una combinación entre "lo conocido y lo desconocido", ya que por una parte tiene mucha experiencia en el trabajo con el violinista Frank-Peter Zimmermann, que intervendrá como solista y al que calificó como uno de los mejores intérpretes del mundo, y, de otra parte, se enfrenta a lo desconocido, por lo que supone ponerse por primera vez al frente de la MCO y dirigir una obra de Gustavo Trujillo, que consideró "interesante" y que ha ido descubriendo a través de mails y ahora en conversaciones con el compositor y durante los ensayos con la orquesta.

Desde su condición de checo, el joven Jakub Hrusa (Brno, 1981) sostiene la "idea natural" de integrar en la interpretación "las raíces y costumbres de mi país" y, en este sentido, también asume la responsabilidad de dar a conocer obras poco conocidas de un maestro como Dvorak.

Del concierto señaló que se trata de "obras con una cierta dificultad", que no siempre resultan fáciles de resolver y, por esa razón, "no siempre se programan y generalmente tampoco de la mejor manera".

El gerente de la orquesta, Michael Adick, leyó y leyó, tomando aliento para que transcribiera la traductora, glosando las excelencias de una formación que interpreta música que abarca desde el siglo XVII hasta la actualidad.

Previamente, el viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, precisó que, en esta edición, el festival da un "pequeño giro" con la intención de sonar en más escenarios del Archipiélago y despertar nuevas sensibilidades musicales.

Por su parte, el coordinador, Nino Díaz, señaló que él es solo la "cara visible" de un grupo de trabajo y, desde el abanico de oportunidades que representa el programa, animó al público a disfrutar del festival.