Si hay una frase que define a Keylor Navas, galardonado con el Trofeo EFE al Jugador del Año, es "nunca rendirse" ante las adversidades que le ha puesto la vida desde que era un chico en la agrícola zona sur de Costa Rica, donde con fe y trabajo duro dio sus primeros pasos para cumplir su sueño: triunfar en el Real Madrid.

Keylor vivió su infancia en el pequeño pueblo de San Andrés de Pérez Zeledón, una zona ganadera y agrícola, especialmente de café, al cuidado de sus abuelos mientras sus padres trabajaban.

La humilde plaza de fútbol, de esas que hay que cada pueblo de Costa Rica al frente de una iglesia, fue el escenario donde el tico comenzó a demostrar sus dotes como futbolista, primero como centrocampista o delantero, para luego encontrar su verdadero don: el de ser portero.

Sus abuelos Juan Gamboa y Elizabeth Guzmán, a quienes Keylor los considera también como padres, lo definen como "un nieto muy especial" y "de una humildad muy grande", cualidades que ha enarbolado como la bandera para su vida.

El chico, pequeño en estatura pero con gran habilidad y velocidad, llenó los ojos de los cazatalentos del Saprissa, uno de los equipos más grandes del país, que le fichó cuando era apenas un adolescente.

Los escasos recursos económicos no fueron impedimento para Navas, a quien no le importó viajar a la capital y trasladarse regularmente en autobuses.

La vida no fue fácil para él en la capital, lejos de sus amigos, de su familia, de su tierra, y tras algunas dudas y sufrimiento, logró vencer la adversidad a sus 16 años para mantener vivo su sueño al mando del preparador de porteros del Saprissa, Roger Mora.

Navas integró la selección Sub 17 de Costa Rica en el Mundial de Finlandia 2003, pero no jugó un solo minuto.

Debutó con el Saprissa en 2005 a sus 18 años y con su inquebrantable fe en Dios como pilar de su vida, fue creciendo como profesional y persona, hasta quedarse con la titularidad y ganar seis títulos locales con su club.

Como suplente ganó un título de la Copa de Campeones de la Concacaf y asistió al Mundial de Clubes 2005, en el que el Saprissa finalizó tercero, un resultado histórico para el club.

Navas partió a España, en 2010, al Albacete, de la Segunda división, recomendado por uno de sus mentores, el exportero Luis Gabelo Conejo, quien tras el Mundial de 1990 fichó por ese club.

De allí, Navas dio el salto a la Primera división con el Levante donde tuvo que pasar un año en la banca a la sombra del uruguayo Gustavo Munúa, una situación incómoda que tampoco derrotó al tico, quien en la temporada 2013-2014 fue nombrado mejor portero de la Liga tras ser pieza clave para que el club mantuviese la categoría.

El gran Mundial de Keylor con la selección tica en Brasil 2014, fue el detonante para el fichaje con el Real Madrid, su sueño de toda la vida.

Pero tampoco ha sido un lecho de rosas para él su estancia en Madrid. Primero tuvo que esperar un año a la sombra del histórico Iker Casillas y luego vivió una confusa situación en la que estuvo a minutos de ser canjeado por David De Gea, guardameta del Manchester United.

Keylor es ya el futbolista mas importante en la historia de Costa Rica por su gran desempeño en el Real Madrid y por los títulos que ha conseguido, especialmente la Liga de Campeones.

Tanta fama y dinero se le podría haber subido a la cabeza a cualquiera, pero no a Keylor, quien cada vez que puede visita su humilde pueblo natal para ver a su familia y nunca niega una foto o un autógrafo a cualquier persona que se le acerque, incluso le firmó las camisas a dos aficionados que saltaron a la cancha en medio de un partido de la selección.

La enorme fe en Dios ha sido también pilar importante en la vida del guardameta costarricense y gracias a ella conoció a su esposa y madre de su hijo, Andrea Salas durante los servicios religiosos a los que asistía en Costa Rica.

En junio de 2015 la pareja se casó en una iglesia en la localidad de Santa Ana, en el oeste de San José, donde se hicieron presentes cientos de personas para tratar de ver a los novios antes y después de la ceremonia.

Tras la boda, Keylor invitó a la prensa a una conferencia de prensa en la que con la amabilidad que le caracteriza contestó todas las preguntas antes de asistir a la fiesta privada, en la que mostró también sus dotes de buen bailarín.