La dirección del grupo automovilístico alemán Volkswagen estaba al tanto de la manipulación de los datos de emisiones de sus vehículos al menos desde julio de 2015, semanas antes de lo que hasta ahora admitía, informa hoy el "Süddeutsche Zeitung" (SZ).

El diario alemán se basa en el testimonio de dos extrabajadores de Volkswagen, situados entonces en puestos técnicos de cierta responsabilidad y que en la actualidad están cooperando con la justicia estadounidense.

Según su relato, el entonces presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, y el también miembro de la junta directiva Herbert Diess fueron informados el 27 de julio de 2015 de que la empresa había engañado durante años a las autoridades medioambientales con datos falseados de las emisiones de gases de sus motores diésel.

A más tardar en esa reunión ambos directivos conocieron que varios modelos del grupo contaban con un sistema que detectaba cuándo el vehículo estaba en un banco de pruebas para emitir menos y cumplir con la regulación, según el SZ.

En condiciones normales, sin embargo, millones de coches del mayor fabricante europeo no cumplían la legislación medioambiental y emitían más óxidos de nitrógeno (NOx) de los permitido.

El escándalo, sin embargo, no saltó hasta septiembre de 2015, cuando Volkswagen fue acusado públicamente por la agencia medioambiental de EEUU, provocando, en apenas una semana, la caída de Winterkorn. Diess, sin embargo, permanece, en la dirección.

Los directivos del grupo aseguraron en un primer momento haberse enterado del engaño poco antes de que estallase el escándalo.

Estos testimonios podrían complicar la posición de Diess y provocar una oleada de querellas contra Volkswagen por haber ocultado esta información a los inversores para no lastrar el precio de las acciones.

La información llega apenas unas horas después de que Volkswagen anunciase que está a punto de cerrar un acuerdo con las autoridades estadounidenses por este escándalo por un valor total de 4.300 millones de dólares (4.062 millones de euros).

La empresa afirmó además que el acuerdo supondrá la admisión de culpabilidad de algunas acusaciones penales, someterse a reformas y ser supervisada con el fin de "liquidar ciertas investigaciones criminales y ciertas multas civiles" relacionadas con el escándalo.

El Gobierno de EEUU había acusado a la empresa de haber urdido una trama para engañar a las agencias reguladoras estadounidenses y a sus propios clientes mediante el trucaje de los motores diesel, algo que afecta a cerca de 600.000 automóviles en Estados Unidos.

En octubre pasado, un tribunal de San Francisco aprobó un acuerdo extrajudicial para indemnizar en Estados Unidos a los propietarios de los casi 500.000 vehículos con motores diesel de 2 litros vendidos en el país así como a las autoridades estadounidenses.

Ese acuerdo comprometía a VW a pagar alrededor de 15.000 millones de dólares a los propietarios y establecer dos fondos para paliar los efectos de las emisiones nocivas de los vehículos.

El pasado sábado, un alto ejecutivo de la multinacional alemana en EEUU, identificado como Oliver Schmidt, fue detenido en Miami por su responsabilidad en el escándalo de los motores diesel trucados.