La búsqueda de un fugitivo que mató este lunes a una oficial de Policía en Orlando (Florida, EE.UU.) desató una "cacería humana" en Pinehills, barriada conocida como Crimehills por sus altos índices de violencia callejera.

El fugitivo, identificado como Markeith Loyd, de 41 años y quien ha sido añadido a la lista de los más buscados del Buró Federal de Investigaciones (FBI), supuestamente mató a la sargento Debra Clayton, de la Policía de Orlando, durante un intercambio de disparos.

La muerte, ocurrida este lunes a la entrada de una tienda Wal-Mart en la barriada de PineHills, en el oeste del condado Orange, sucedió durante un operativo para intentar detener a Lloyd, acusado de asesinato de su novia embarazada en diciembre pasado.

Autoridades indicaron que cientos de agentes locales, estatales y federales se han sumado a esta cacería, que se ha expandido hacia otras ciudades del centro de la Florida, mientras aumentaron a cien mil dólares la recompensa por información anónima que lleve a su captura.

"Tenemos cientos de agentes asignados a este caso", aseguró hoy el jefe de la Policía de Orlando, John Mina, durante una conferencia de prensa.

"No vamos a descansar hasta capturarlo y llevarlo ante la justicia", añadió Mina, quien pidió a los residentes "volver a sus actividades normales".

"La comunidad está segura, pueden retomar sus actividades normales, pero eviten los lugares donde vean una fuerte presencia policial y las rutas que hayan sido bloqueadas", detalló.

El jefe policial agregó que su departamento habilitó ayer por la tarde un centro de comando de operaciones donde no escatiman ni esfuerzos ni herramientas para capturar a Loyd, quien ya lleva 30 días prófugo, por lo que la comunidad ha empezado a llamarle "el mago", por su habilidad de escabullirse de los agentes.

"Estamos asustados y muy preocupados porque obviamente este es un hombre peligroso y aún anda suelto", dijo "Jerri", un puertorriqueño que lleva diez años residiendo en el barrio.

"Ahora le dicen ''el mago'' porque han pasado más de 30 días y todavía no lo atrapan y mientras ande suelto no nos sentimos seguros" explicó.

"Por aquí todo el mundo sabe quién es él y tiene que estar siendo ayudado por alguien para poder escaparse tantas veces de la policía", añadió este asistente de vuelo retirado, quien por miedo prefirió no publicar su nombre completo.

No obstante, el temor se mezcla con el dolor para los residentes de Orlando, una ciudad que aún vive enlutada por la matanza del pasado 12 de junio en un club nocturno y donde justo hoy recordaron a las víctimas del tiroteo de 1984 en la corte de Orange, en el centro de esa ciudad.

"¿No sé qué nos pasa? En esta comunidad todos somos iguales, debemos de llevarnos bien", dijo Mary Anne, quien trabaja como voluntaria en un centro para desamparados.

"Conocía a la sargento Loyd", dijo, "ella siempre andaba ayudando a los niños, a la comunidad, siempre alegre con una sonrisa", dijo la mujer de 56 años mientras se secaba las lágrimas en el lugar donde la oficial cayó abatida a tiros, convertido ahora en un altar al que llegan vecinos y otras personas para depositar flores y expresar su respeto.

En una rueda de prensa, Barb Bergin, directora ejecutiva de Crimeline, una entidad que recibe llamadas anónimas para resolver crímenes y capturar sospechosos, indicó que la recompensa por la información sobre Loyd aumentó de 60.000 a 100.000 dólares, una cantidad sin precedente para esa entidad.

Nunca se había otorgado una recompensa tan alta, "siempre hemos mantenido el anonimato de las llamadas, y sólo queremos saber dónde está (Lloyd) para que no lastime a otra persona", aseguró Bergin en la rueda de prensa en la que también participó Jerry Demings, comisario de Orange, departamento que también perdió al alguacil Normal Lewis, que murió tras ser atropellado por un conductor mientras trataba de unirse a la persecución contra Loyd.

"Hasta hoy hemos recibido unas mil llamadas sobre el paradero de Loyd", detalló Bergin.