Investigadores del Cuerpo Nacional de Policía desmantelaron una organización criminal dedicada a estafar a turistas que pasaban sus vacaciones en el Sur de Tenerife. Los agentes arrestaron a 31 miembros de la banda, a la que se le atribuye un fraude superior a 1.500.000 euros. Algunos de los acusados lograban atraer a los extranjeros hasta sus comercios con precios muy por debajo del mercado. La "trampa" estaba en que, después, a los afectados le pasaban varias veces la tarjeta bancaria por un terminal de cobro que era facilitado por el grupo de estafadores. Se estima que hubo más de un millar de víctimas en la zona turística del Sur de la Isla.

La investigación para esclarecer los hechos se inició en septiembre pasado, cuando un responsable de una entidad bancaria en Las Palmas alertó de una serie de operaciones presuntamente fraudulentas cometidas a través de un TPV (terminal de punto de venta) adquirido en dicha sucursal. Mediante dicho dispositivo, la titular del mismo intentó facturar más de 700.000 euros en menos de un mes.

La inmensa mayoría de los detenidos son personas de la comunidad hindú en el Sur de Tenerife. Y, supuestamente, uno de los implicados es de origen paquistaní.

Las estafas fueron cometidas en más de quince establecimientos comerciales situados en Playa de las Américas y Costa Adeje.

Además, muchas de las víctimas no denunciaron en Tenerife, ya que cuando se percataron de la estafa se encontraban ya en sus países de origen.

La organización criminal actuaba en Gran Canaria y el Sur de Tenerife. Una parte de los implicados se dedicaba a seleccionar a las personas que adquirían las TPV en los bancos, a cambio de percibir una comisión por el servicio.

Tales dispositivos eran usados en bazares de Las Américas y Costa Adeje de forma paralela a los TPV legales de cada tienda. Y, cuando las víctimas iban a pagar, sus tarjetas eran pasadas varias veces por el terminal de punto de venta ilegal. La excusa usada por dichos estafadores era que el cargo no había sido aceptado la primera vez.

Una vez que el dinero llegaba a las cuentas de los delincuentes, los titulares de los TPV retiraban el dinero en efectivo y entregaban el mismo a los miembros de la organización, les hacían una transferencia o se lo ingresaban en una cuenta. En una primera fase fueron detenidas 10 personas (las que abrieron las cuentas bancarias y compraron los TPV), así como a los facilitadores y receptores de dichos terminales. Después fueron localizadas otras 15 como beneficiarias y colaboradoras.