Se han empeñado en tener una biblioteca. En llenar unas estanterías de libros de diferente temática. No tienen que ser best seller ni escritos por autores reconocidos. Vale apenas con que sean entretenidos. Están dispuestos a lograrlo.... ¿Sabe? (usted que lee), no los quieren para ellos. Los buscan para sus enfermos, para aquellos cuyas vidas están marcadas por el ir y venir a un hospital. Que rebuscan entre sus fuerzas, que aprietan los dientes, para curarse y que en sus tratamientos deben estar horas sentados. Y sí, a sus cuidadores se les ocurrió una idea: ¿qué mejor que un libro?

La iniciativa nace del personal sanitario y el objetivo es crear una biblioteca en la sala de espera del Hospital de Día. Crearla a través de donaciones. "Se podrían comprar, pero queremos que en este proyecto se involucre todo el mundo", afirma la supervisora del servicio, Olga Hernández. Es la mejor manera de que los pacientes que están en el centro onco-hematológico puedan entretenerse y, de camino, sentir de alguna manera el aliento de mucha gente anónima.

"Los pacientes que están con quimioterapia pasan muchas horas recibiendo el tratamiento y esperando los resultados... es un poco duro", cuenta la misma sanitaria. "Se nos ocurrió la idea de que podíamos tener una biblioteca de diferente temática. Los pacientes se pueden incluso llevar los libros y como tienen que venir cada 21 días, los devuelven", sentencia. Olga habla desde dentro. No necesita ni tan siquiera esforzarse para convencer con su mensaje. Todo en el fondo es para ella mucho más sencillo: le nace.

La iniciativa comenzó esta misma semana, y ya hay ciudadanos que han comenzado a traer sus libros. La situación podría incluso superar las expectativas; dicho de otra manera: la estantería que está preparada se quedará pequeña. No les importa. Al contrario, "si ocurre, lo agradeceremos".

Y es que "en caso de que la situación se desborde, tenemos la biblioteca para todos los pacientes del hospital, en la que no hay libros sino los que vamos dejando los médicos o enfermeros". "Si a la gente no le importa y al final se suman muchos libros, serán no solo para los del Hospital de Día sino para todos los pacientes que están ingresados y que pasan mucho tiempo en la cama o en sus habitaciones, y que seguro que les vendría bien", apunta la supervisora de este centro.

La idea de Olga y del resto de organizadores de este trabajo "es poner detrás de lo que será la biblioteca un collage con las fotos de los que van entregando los libros". Que queden allí para siempre. Que no se les olvide.

Y lo mejor es que no es solo crear una biblioteca. Ya sería bastante, pero ellos no se conforman. Llenar la estantería es tan "solo" un pilar dentro de un proyecto de mayor calado: "Yo cuido doce meses", que pretende dar visibilidad a los cuidados enfermeros, implicar a la gente de la calle y humanizar, al fin y al cabo, su trabajo, buscando cada mes una causa, algo en lo que involucrarse, por lo que pelear.