Un total de dieciséis empresas pujarán finalmente por derribar el edificio de aparcamientos ubicado en la cabecera de la playa de Las Teresitas, paralizado a medio construir desde 2008 y conocido popularmente como el mamotreto.

La semana que viene se abrirán los sobres con las ofertas presentadas, durante los 26 días habilitados para ello, por las distintas compañías interesadas en ejecutar los trabajos, cuyo presupuesto asciende a 540.000 euros. Una vez adjudicadas las obras, la empresa ganadora del concurso dispondrá de seis meses para llevarlas a cabo.

Según publicó este periódico hace unos días, el consistorio de la capital primará que el derribo del edificio se lleve a cabo con el método de cizalladora mecánica autopropulsada. Este sistema aprovecha la demolición, al triturar los elementos y prácticamente separar sus componentes.

Por contra, se descarta la voladura controlada y el derribo por golpeo de grúa y maza. En el primer caso, porque cada vez se utiliza menos debido a la necesidad de recuperar y tratar los elementos resultantes, así como el peligro para las casas cercanas. En el segundo, porque la estructura es de hormigón armado y está, en parte, semienterrada.

El mamotreto está sentenciado desde noviembre de 2014, cuando la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife dictó su derribo al invadir servidumbre pública.

Finalmente, y no sin polémica en el tiempo que ha transcurrido desde ese momento hasta la actualidad, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó el pasado 11 de noviembre el pliego de cláusulas administrativas para la ejecución de la obra de demolición "total" del edificio de aparcamientos.

Unos días antes, el 5 de noviembre, el consistorio había recibido una providencia del Juzgado de lo Penal número 5 de Santa Cruz de Tenerife en la que se disponía el cumplimiento del fallo de la sentencia sobre la citada construcción.

La primera fase de la EBAR, lista en febrero

La primera fase de la nueva estación de aguas residuales de San Andrés concluirá a mediados de febrero, según informaron ayer fuentes de la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife, S.A. (Emmasa).

Las obras, que comenzaron el pasado mes de julio, sufrieron una ralentización, -por dificultades técnicas, según la empresa mixta-, a comienzos del mes de noviembre, lo que generó cierta preocupación entre los vecinos del pueblo marinero.

Fuentes municipales, sin embargo, vincularon esa ralentización al conflicto que Sacyr mantenía en ese momento con el Consejo Insular de Aguas por la finalización de las obras del cauce de El Cercado.

Las fuentes de Emmasa consultadas ayer indicaron que los trabajos "retomaron" el ritmo normal en diciembre. En esta primera fase se invertirán alrededor de 160.000 euros. La inversión total será de 674.277 euros.

La nueva estación de bombeo se ubicará en una zona próxima a la actual, pero estará fuera del área de dominio público marítimo terrestre y del entorno del Bien de Interés Cultural (BIC) del Castillo de San Andrés.

La infraestructura se ha diseñado de tal manera que se conseguirá una integración paisajística con el entorno. Con esta actuación se mejorará de manera importante la capacidad de la estación para afrontar con garantías las situaciones en las que se producen lluvias fuertes. La estación dará servicio al núcleo poblacional y la ladera de San Andrés, así como al barrio de El Suculum.