No tiene el mejor pabellón ni el mayor (1.200 metros). Al contrario: lleva muchos años con la misma estructura, módulos, colores y casi sin cambios. Tampoco es que el Gobierno regional y Promotur se afanen en incorporar atractivos impactantes, como sí hacen en cada edición otras comunidades o países. Ni siquiera los cabildos y ayuntamientos, más allá de reubicaciones de los puestos por islas en el mismo espacio de siempre, aportaron ayer grandes sorpresas.Al revés: se echó de menos hasta el silbido gomero permanente de 2016.Sin embargo, la nueva edición de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur), inaugurada ayer por los Reyes de España, volvió a confirmar el liderazgo mundial de Canarias simplemente por el nivel negociador evidente, aplastante y envidiable para casi cualquier otro destino del planeta que se palpaba, observaba y casi olía en las numerosas mesas y puestos preparados.