Marc Crosas dejó ayer de ser jugador del Tenerife. El futbolista llegó a un acuerdo con el club para rescindir el contrato de cesión, por el Cruz Azul, que firmó el verano pasado hasta junio de 2017. Su escaso protagonismo como blanquiazul condujo al mediocentro a buscar otro destino profesional. Anoche viajó a México para incorporarse al Tampico Madero, un equipo de Segunda División.

Tras desligarse del Tenerife, Marc, que cerró esta etapa con una participación en la Liga de 777 minutos repartidos en 14 partidos, nueve de ellos como titular, se acercó a las instalaciones de El Mundialito con el fin de despedirse de los que fueron sus compañeros desde el pasado mes de agosto.

A continuación, manifestó, en Radio El Día, que su decisión no tuvo que ver con una "rabieta pasajera" por haberse quedado fuera de la convocatoria del partido con el Alcorcón, del 17 de diciembre, pero sí reconoció, antes de afirmar que no se considera "un necio", que "los mensajes" relacionados con las elecciones de José Luis Martí estaban siendo "cada vez más claros". De hecho, no volvió a jugar tras ese encuentro, ni ante el Nástic ni frente al Zaragoza. "Si voy a estar en un sitio en el que el entrenador no cuenta conmigo o cuenta más con otros que conmigo, lo mejor es hacerme a un lado y buscar una mejor opción, sin ningún tipo de rencor ni de crítica. El míster tiene que tomar sus decisiones y, aunque no las comparta, tengo que aceptarlas", aclaró.

Marc expuso sus reflexiones sobre su papel en el equipo. "En el inicio de la temporada acepté que, en ese momento, Aitor y Vitolo estaban por delante de mí cuando jugábamos con dos pivotes. Y tenía claro que si lo hacíamos con tres, mis opciones eran mayores. Jugué un partido con el doble pivote (Cádiz) y, probablemente, fue el peor que hice. Luego, con la baja de Aitor (en Tarragona) quedé aún más relegado cuando Alberto pasó al centro", repasó Crosas.

Además, dijo que se va del Tenerife "decepcionado con cosas en general", pero no con su trabajo. "No siento que haya fracasado, porque estuve siempre dando lo mejor. Los números dicen que cuando estuve en el campo, al equipo le fueron las cosas bien prácticamente siempre. Ojalá hubiera tenido más continuidad", lamentó.

Para finalizar, se mostró seguro de haber dado el paso correcto. "El acuerdo beneficia a las dos partes: al club porque dejo una plaza que puede ser ocupada por un refuerzo, ya que se ha hablado mucho en los últimos meses de que iban a venir muchos jugadores, aunque no ha llegado nadie; pero también a mí, para buscar una mejor opción para jugar", finalizó.

El "marrón" del angelote

Crosas echó en falta "un poco más de apoyo" por parte del club y de la prensa en el asunto del angelote. "Me comí un marrón que no era mío", declaró. "Habría esperado un poco más de apoyo y de comprensión del club y de una parte de la prensa, que sabía qué había pasado y en ningún momento me defendió. Todo el mundo sabe quién fue, pero no lo diré porque se trata de un buen amigo, de las mejores personas que me he encontrado en la Isla", declaró.