El Ayuntamiento de San Juan de la Rambla y el Cabildo de Tenerife alcanzaron recientemente un acuerdo para invertir 700.000 euros en rehabilitar y salvar la llamada Casa Grande, ubicada en el barrio de Las Rosas, una de las últimas casonas antiguas que se conservan en las medianías de la localidad. La Administración insular, que es propietaria de este inmueble, aportará el 90% de los fondos, mientras que el consistorio se hará cargo del 10% restante.

En el presupuesto insular de inversiones para 2017, la Casa Grande cuenta con una partida reservada de 509.769 euros. El consistorio también tiene consignados este año 70.000 euros más. En la actualidad se redacta el proyecto de rehabilitación, que el ayuntamiento espera iniciar antes de que termine este año, para poder concluir la obra en 2018.

La restauración de esta casona era una vieja demanda del municipio desde hace más de nueve años. La Casa Grande pertenece al Cabildo, pero en los últimos años prácticamente no se ha invertido nada para evitar el progresivo deterioro de un inmueble que, ya sin cubierta, amenaza ruina.

La última actuación ejecutada en la zona, en el año 2012, consistió en la colocación de un pequeño vallado alrededor de la edificación, que ha sufrido el robo de elementos de gran valor patrimonial, como escalones de piedra, losas o el brocal octogonal de un antiguo pozo.

La actual alcaldesa ramblera, Fidela Velázquez (PSOE), ha reclamado durante años una intervención que, por fin, ha llegado. En 2008 se derrumbó el techo de este inmueble y, Velázquez, que en aquel entonces estaba en la oposición, pidió sin éxito que se actuara. En 2010 alertó de los robos de elementos de piedra de gran valor patrimonial y en 2011, ya como alcaldesa, presentó un informe técnico para justificar ante el Cabildo la necesidad de actuar. En 2015 y 2016 volvió a solicitar la rehabilitación.

La insistencia del consistorio ha tenido éxito. El Cabildo asumirá la mayor parte del coste de la rehabilitación -con cargo a fondos del Marco Estratégico de Desarrollo Insular- y una vez concluida la obra, cederá la casona al ayuntamiento.

La intención del gobierno ramblero es que la Casa Grande se convierta en el futuro en un espacio de uso sociocultural "vinculado a las actividades agrarias, con aulas de formación tanto para trabajadores del sector primario como para estudiantes".

Velázquez mostró ayer a EL DÍA su satisfacción por este acuerdo que evitará la desaparición definitiva de la casa: "Prácticamente habrá que reconstruirla, pero es una parte de nuestro patrimonio y no queríamos que se perdiera para siempre. Por fin se ha logrado la inversión del Cabildo y esperamos tenerla recuperada para el uso público en 2018".