No los conozco, y cuando paso por allí no tienen pinta sospechosa de nada; sin embargo, están cometiendo un delito. Debajo de donde vivo hay tres casas grandes. Por la crisis de la construcción están casi rematadas pero aún no aptas para vivir. Desde hace unos meses se han instalado en ellas unos ocupas. No pagan ni el agua, que obtienen ilegalmente, ni tampoco la luz. Cada noche aparcan afuera de los chalets coches de alta cilindrada y de buenas marcas que no les caben en el garaje. Aquello es una entrada y salida constante de gente y algún vecino de la zona cuenta que el dueño no sabe cómo sacarlos de su propiedad.

Todo esto se ha convertido en un fenómeno de lo más habitual, en el que un cada vez más nutrido grupo de personas sortean la legalidad vigente para tomarse la justicia por su mano. Consideran injusta una solución administrativa y se pasan la propiedad privada por el arco del triunfo. Cuentan que a la Justicia esto le preocupa relativamente y que anda más pendiente de delitos más desgarradores. Estando legislado, sacar a un ocupa de una propiedad privada es un lío que, cada vez más, se tolera socialmente. Y claro, ¿debemos transmitir que muchas personas que las pasan canutas para conseguir bonificaciones y pagar todos sus gastos están haciendo el choni? ¿Socialmente debe parecer que amparamos esta conducta de adueñarnos por la fuerza lo ajeno? Qué lío.

@JC_Alberto