Rafael Clavero Prados (Córdoba, 10 de enero de 1977) vivirá mañana una tarde especial. Regresa a uno de los lugares en los que sintió la felicidad como futbolista, pero lo hace ahora enrolado en las filas del equipo de su tierra y en una posición bien distinta. El que fuera jugador del Tenerife entre 2006 y 2009 ejerce ahora como segundo entrenador blanquiverde y principal ayudante de Luis Carrión.

En sus dos primeras temporadas como blanquiazul jugó 64 partidos (62 de ellos como titular), pero pasó a un segundo plano en la del ascenso a Primera División. Héctor primero y Pablo Sicilia, que acabó como improvisado lateral izquierdo después, le cerraron el paso y apenas alcanzó la decena de participaciones. Aún así, desde su consideración de veterano de aquel vestuario, contribuyó con un comportamiento ejemplar a alimentar al grupo y empujar en dirección a la máxima categoría.

Se despidió en la última jornada, con el premio ya logrado ocho días antes en Montilivi, contra el CD Castellón. Cuando Cristo Marrero, otro ilustre que se marchaba, abandonó el terreno de juego le tocó ponerse el brazalete de capitán. La imagen resume su estancia en la Isla. "Me alegro de haber culminado mi etapa aquí con un éxito, otro ascenso más en mi carrera (ya lo había logrado con el Murcia)", manifestó como despedida la semana previa a ese encuentro tan especial.

Después de salir del Tenerife, pasó por Cartagena, Huesca y Lucena. En el equipo de la provincia de Córdoba puso punto y final a su carrera en 2014. Se incorporó en 2015 como ayudante de Luis Carrión a la disciplina del Córdoba B. Volvía a coincidir con José Luis Oltra, que fue su entrenador en el ascenso a Primera de 2009 y al que iban a sustituir tras la destitución de noviembre. La decisión del entonces presidente, Carlos González, y su consejo de administración fue la de subir al cuerpo técnico del filial. Y Clavero pasó a desempeñar las funciones de ayudante de Carrión en el primer equipo blanquiverde, con Cristóbal Fuentes como preparador físico en lugar de Chema Sanz.

A pocos conocidos podrá saludar mañana en el Heliodoro, pero sí se reencontrará con Toño Hernández (entonces su segundo entrenador) o el delegado Víctor Padrón, entre otros empleados blanquiazules. No será la primera vez que pise el coliseo capitalino, puesto que el 3 de octubre de 2010 lo hizo vistiendo la camiseta del Cartagena.