Atiende nuestra llamada durante un desplazamiento en tren entre Mánchester y Londres, veinticuatro horas antes de ofrecer el concierto que anoche se celebró en el Paraninfo de la Universidad de la ULL. "Esperamos encontrar algo más de calor en las Islas", vaticinaba Jesse Eduardo Huerta Uecke con el deseo de dejar atrás los días grises aplomados que acompañaron a los hermanos mexicanos de Jesse & Joy en su gira por el Reino Unido. "Estamos emocionados ante la posibilidad de mostrar nuestras canciones en las Islas", incide Jesse sobre el concierto que esta noche, a partir de las 21:00 horas, tendrá lugar en el Polideportivo Municipal de Breña Alta (La Palma).

¿Valore la experiencia británica?

Muy positiva. Nos hemos posicionado en los primeros puestos de preventas en Amazon y en iTunes. Además, nos dieron cobertura en el "morning show" de mayor audiencia del Reino Unido. Seguimos avanzando paso a paso, pero sin detenernos.

¿Ha valido la pena el camino que iniciaron hace más de 12 años?

No vivimos con la sensación de que ya lo hemos logrado todo, es mejor seguir poniendo el corazón en todo lo que hacemos para intentar dar con la mejor canción o disco. Si bajas la guardia te dejan de ocurrir cosas bonitas.

¿Cómo es la convivencia entre dos hermanos que, además, comparten un proyecto artístico?

Es una convivencia de hermanos, es decir, con unos instantes de muchísima felicidad y otros de pequeños desencuentros... Afortunadamente esos son los menos. Los problemas entre hermanos nunca suben a un escenario. Ese es un lugar sagrado en el que no caben esas diferencias de criterios. Cuando la magia pasa por delante de ti no puedes cometer el sacrilegio de estar mal con la persona que comparte ese instante contigo. Somos hermanos, pero también amigos y compañeros de trabajo.

¿Esperaban que esta propuesta tuviera tanta repercusión?

Cuando escribimos la primera canción pensamos que esa historia no saldría del salón de casa. Ser un fenómeno en México, tener una incidencia en el mercado latino y cruzar el charco no entraba en nuestros planes, pero ocurrió. Hemos conseguido que estos 12 años el público conozca mucho mejor las dos caras, la latina y la anglosajona, de Jesse & Joy.

¿Dominar una escena bilingüe hace más llevadero su desembarco europeo?

Nos abre más puertas, sin duda. Jesse & Joy no excluye a nadie. Al revés, pretendemos seguir captando seguidores en Mánchester, en La Laguna o en La Palma. Para nosotros es un privilegio sentir todas estas emociones en las mismas ciudades que impulsaron a grandes bandas en el panorama internacional, pero eso no significa que tengamos que descuidar otros lugares que son igualmente necesarios para difundir nuestra música.

¿Y cómo se pasa en tan solo unas horas de vivir las sensaciones que transmite la ciudad que vio nacer a Oasis, Joy Division o The Smith, a descubrir un lugar desconocido como el paraninfo de la ULL?

Con la naturalidad de saber que esto funciona de esa manera y que aquí todo va muy rápido. No tengo duda de que en Canarias vamos a sentir un cariño parecido al que vivimos durante los conciertos de Madrid y Barcelona... Las dos veces que ya hemos estado en Tenerife -antes del concierto de anoche en Aguere- nos dimos cuenta de que allí las cosas pasan de una forma que nos resultan familiares.

Su propuesta fusiona sonidos latinos con las raíces del folk, pop o el rock. ¿Les gusta experimentar lenguajes nuevos?

En nuestro código genético se fusionan la parte latina de nuestro padre y la norteamericana de mamá... Por un lado tenemos los sonidos de Los Panchos o Los Tres Reyes, mientras que ella oía los discos de Johnny Cash o Neil Young. Al igual que ocurre en el caso de Cher, a nosotros nos gusta agarrar un poquito de aquí y otro poco de allá. En ese sentido, no nos asusta experimentar con sonidos nuevos.

¿Revivir en los escenarios "Un besito más" conlleva remover unos recuerdos familiares, algunos de ellos imposibles de olvidar?

Jesse & Joy es una banda familiar, no son unos músicos que se juntaron para mostrar un proyecto y ganar popularidad. Esos recuerdos están con nosotros desde que nacimos y seguro que él se siente allá arriba muy orgulloso de lo que hemos logrado.