Se cierra una semana intensa. La celebración de una nueva edición de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) ha vuelto a poner de manifiesto la importancia que esta actividad tiene para Canarias, que se posiciona como un referente dentro del panorama nacional y, a tenor de lo observado estos días, mundial. Además, las previsiones que se manejan hacen pensar que el récord de visitantes logrado en 2016, así como el de negocio, podrían verse rebasados en el presente ejercicio. Pero más allá de superar marcas o batir resultados, lo importante es que estas buenas cifras tengan reflejo en las condiciones de vida de los canarios, pues, en caso contrario, solo servirían para aumentar la riqueza de unos pocos e incrementar el nivel de desigualdades en el Archipiélago. Por eso, proyectos como el de "Crecer juntos", impulsados por las consejerías de Agricultura y Turismo, con el objetivo de fomentar el consumo de productos locales en los hoteles, tienen que servir de acicate para otros sectores. Del mismo modo que se debe vigilar -no solo por parte del Gobierno, que también, sino por parte de sindicatos y patronal- la calidad del empleo que se ofrece en este ámbito, para que no se cometan injusticias, al amparo de las altas tasas de paro que hay en las Islas, y, sobre todo, se preste el mejor servicio. Eso sí, para ello será preciso mejorar la formación de los potenciales trabajadores, en idiomas y en el nivel de la ocupación que vayan a desempeñar. Ha llegado el momento de poner más énfasis en la cualidad que en la cantidad, para poder sacar todo el rédito posible a una actividad de la que proceden cuatro de cada diez euros del Producto Interior Bruto (PIB).

Estos días también tuvo lugar la VI Conferencia de Presidentes, en la que Gobierno central y comunidades autónomas sellaron una decena de pactos, pero, fundamentalmente, abrieron una nueva etapa de diálogo y entendimiento, después de una legislatura marcada por el rodillo del Partido Popular y su mayoría absoluta. Sea por necesidad o sea por convicción, hay que dar la bienvenida a esta forma de hacer las cosas, ya que, con toda seguridad, redundará en un mayor beneficio para los ciudadanos. En cuanto a las Islas, el hecho de que se acordara revisar el actual sistema de financiación ya es todo un logro, pues no hay que olvidar que, con el modelo vigente, Canarias deja de recibir unos 700 millones de euros anuales, dinero que, fundamentalmente, sirve para sufragar servicios públicos esenciales como son la sanidad o la educación.

Una nueva etapa de entendimiento es lo que trata de iniciar, igualmente, el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, y así lo expuso el jueves en el Parlamento autonómico. La salida de los cuatro consejeros socialistas del Ejecutivo y el pase del PSOE a la oposición le obligan a conformar otras alianzas para continuar gobernando. De momento, PP y ASG parecen estar dispuestos a echarle una mano. Conviene recordarles a todos ellos la importancia de que velen por el interés general para mejorar el nivel de vida de los canarios.