El Supremo absolvió a un hombre que fue condenado por la Audiencia Provincial de Oviedo a 4 años de cárcel por abusos sexuales a su hija.

La denuncia apuntaba que el padre tocó los pechos de la niña en 2013. Pero se produjo en un momento llamativo: "los padres de la menor denunciante se divorciaron cuando ella tenía tres años, el régimen de visitas se desarrolló con plena normalidad ocho años y la denuncia se formula por la madre de la menor precisamente en el momento en que el padre, que ha rehecho su vida, vuelve a ser padre", dice el Supremo.