"Las conclusiones eran clarísimas: las condiciones de seguridad del edificio son muy precarias o muy cuestionables, así como inadmisibles; el riesgo estructural es no controlado, y algo que determina que no se puede utilizar más el centro: debe mantenerse fuera de todo uso". Así resumió el pasado viernes la directora general de Centros e Infraestructura Educativa del Gobierno canario, Ana Dorta, los resultados recogidos en el informe final sobre el estado de las instalaciones de un instituto lagunero que no podrá volver a abrir sus puertas: el Padre Anchieta, en la zona de Taco.

Como se recordará, las dificultades tienen su origen el pasado curso, cuando se detectaron problemas en dos de las aulas, lo que obligó a habilitar espacios alternativos. Ya en verano, desde el Ejecutivo regional encargaron un estudio a una empresa especializada, que, en sus determinaciones provisionales, mencionaba defectos que podrían comprometer la seguridad durante los meses siguientes. Fue por eso que se acordó el traslado de los alumnos al Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Ofra, que estaba vacío en ese momento.

Según explicó Dorta en declaraciones a este periódico, por entonces adquirieron el compromiso de que, una vez estuviese el estudio final, se lo trasladarían a la comunidad educativa. "Y así ha sido", apostilló la nacionalista, que, junto a otros representantes de la Consejería de Educación, se reunió hace unos días con las familias para dar cuenta de los daños y la situación venidera.

Algunos de los datos aportados en la cita fueron que "la mayoría" de los desperfectos localizados están provocados por la deformidad de los techos y, sobre todo, por las viguetas de los forjados; que los niveles de seguridad de la estructura del edificio son "muy precarios" a pesar de las obras de refuerzo que se ejecutaron, y que el índice medio de seguridad se debe situar en un valor de 1,5 y que, sin embargo, en la mayoría de los aspectos analizados se encuentra por debajo de 1, llegando en algún caso a 0,3.

"Les garantizamos que el próximo curso van a mantener los mismo servicios que han tenido en el actual y que seguiremos con la misma predisposición", sostuvo Ana Dorta, antes de señalar que en el año académico 2017-2018 continuarán allí y que, con respecto al futuro, no hay "ninguna determinación tomada". "En caso de que se produjera algún cambio se adoptaría en consenso con toda la comunidad educativa", recalcó al ser preguntada por las posibilidades posteriores.

Y en cuanto a la demolición que cabe intuir que se requiere como paso siguiente, no hay todavía nada decidido. "Ahora nos vamos a poner en contacto con el Ayuntamiento de La Laguna y analizaremos el tema en profundidad", expresó la política isorana en relación a lo que vendrá después, y precisó que ya ha hablado en varias ocasiones con el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, sobre este asunto y que la reunión que está prevista entre ambas partes tendrá lugar en próximas fechas.

Un instituto de 1972 y más de 500 alumnos

El Instituto de Educación Secundaria (IES) Padre Anchiete tiene 45 años. La Consejería de Educación informó a principios de curso, cuando los estudiantes y sus familias conocieron que se tenían que trasladar al CEIP Ofra, que fue construido en 1972 y que, desde 1981, se han sucedido en él diversas obras de acondicionamiento y rehabilitación. Por aquellos meses se fijó que era mejor salir de allí, y los alumnos tuvieron que ser derivados al otro centro. Al respecto, Ana Dorta puso de relieve el viernes la "implicación ejemplar" y "colaboración" que la comunidad educativa tuvo en su momento, y cifró en 300.000 euros la inversión destinada a sufragar el transporte escolar y el adecentamiento de su nuevo lugar de estudios. Allí, apuntó, se está produciendo una circunstancia llamativa: pese a todo, el primer trimestre ha dejado un mejor resultado académico que el obtenido el pasado año.