"No hay que esperar ni 24 ni 48 horas para denunciar cuando desaparece una persona". Así de contundente se manifiesta Santiago Carlos Martín, coordinador en Canarias de SOSdesaparecidos, una asociación de ámbito nacional e internacional que coordina la búsqueda de desaparecidos y que pretende convertirse en una ventana de esperanza para los familiares.

"Las primeras 72 horas son importantes porque permiten extremar las medidas para encontrar a la persona desaparecida. Entre otras cosas, porque es posible que aún esté cerca del hogar o lugar de la desaparición, sobre todo en casos de niños y personas mayores. Además, permite asegurar pruebas o testimonios recientes", añade Martín, también presidente de la Asociación de Jefes de Agrupaciones Municipales de Voluntarios de Protección Civil Canarias (Aprocica).

Su testimonio cobra especial importancia estos días, en los que se mantiene la búsqueda de un mayor desaparecido en La Laguna, y se ha resuelto de forma positiva el caso de una menor del municipio de El Rosario, ambos en la isla de Tenerife. Son solo dos ejemplos de la gran cantidad de desapariciones, unas más mediáticas que otras, de las que se ha hecho eco la asociación de la que es coordinador en Canarias Santiago Carlos Martín.

"Queremos concienciar, sensibilizar e informar a la gente de la importancia que tienen aquellos aspectos que pueden ayudar a resolver una desaparición", subraya Martín. "Entendemos que el conocimiento de las pautas de actuación ante la desaparición de una persona es de suma importancia, ya que las familias sabrán y tendrán en todo momento el conocimiento de los pasos a seguir ante una dura y desconocida situación, como es la incertidumbre y la falta de respuesta ante la desaparición de un ser querido", añade.

De eso sabe mucho Joaquín Amills, fundador de SOSdesaparecidos y padre de un joven al que se le perdió la pista hace ocho años, cuando contaba con 23. "La desaparición de una persona es una tragedia no solo para la persona que desaparece, sino también para sus familiares y amigos, que quedan en una situación de incertidumbre", remarca, en declaraciones a este periódico. Y él sabe bien de lo que habla porque lo ha sufrido en carne propia.

"Temes a que amananezca, te da miedo porque va a ser un día más de decepción, de dolor y de recuerdos. Cuando suena el teléfono, antes ibas corriendo; ahora tienes miedo de descolgarlo", relata Amills, resumiendo así el día a día de un familiar de un desaparecido.

De ahí el énfasis que hacen desde la asociación que dirige en que las familias matengan siempre un hilo de esperanza, en que su caso no caiga en el olvido. "Son muchos los casos en los que recibimos información de una persona que está desaparecida a la que están viendo en un albergue o en un hospital", aclara Joaquín Amills. De ahí la importancia en la difusión del mensaje. En que la fotografía se extienda rápido y a muchos sitios.

"Desde la asociación insistimos mucho en que los afectados no pueden quedarse de brazos cruzados. Está demostrado que, aún presentándose la denuncia, según quién pueda se le busca más o menos rápido", remarca Martín. Y hace mención a una de las desapariciones más mediáticas de los últimos meses, la de la joven Diana Quer. "Hay desaparecidos de primera y de segunda. Y en eso, a veces, tiene que ver la persona que mueve el caso", advierte. Por eso, desde SOSdesaparecidos se insiste en que los desaparecidos "son de todos".

Según los datos de la asociación, en 2016 se atendieron en España 2.061 casos de este tipo, frente a los 1.130 de 2015. De las 688 alertas de personas desaparecidas activadas, el 65% fueron localizadas en buen estado, el 21% sin vida y el 14% restante permanecen sin sen halladas.

Santiago Carlos

COORDINADOR EN CANARIAS DE SOSDESAPARECIDOS