Raúl Cámara analiza el momento en el que se encuentra el Tenerife con la visión del veterano, del blanquiazul con mayor recorrido en la Segunda División. El lateral madrileño supone que al equipo todavía le espera algún que otro sobresalto en el trayecto, pero sostiene que va creciendo sobre una base sólida.

Más de dos temporadas y media sin ocupar puestos de promoción o ascenso a Primera. Usted ha vivido ese tránsito. ¿Esperaba que costara tanto llegar?

Es verdad que ha costado llegar. En mi primera temporada en el Tenerife (2013/2014) sí nos pasamos ahí unas cuantas jornadas, y en la más reciente, estuvimos a punto de engancharnos. Pero es cierto que no habíamos estado en esa zona hasta ahora. Creo que ya era hora de llegar; sobre todo por la gente, para que se ilusione. Pero también pienso que se trata de algo anecdótico, porque la igualdad en esta competición sigue siendo tremenda y sabemos que si perdemos un partido y empatamos otro, probablemente estaremos fuera de nuevo. Todos queríamos estar ahí, pero también tenemos claro que lo difícil ahora es mantenerse. Y si tenemos que salir, que es algo que puede pasar por la igualdad que hay y porque quedan muchas jornadas, será importante gestionar los estados de ánimo y pelear hasta el final.

Hábleme de esto último. ¿Qué percibe en el vestuario?

Es fácil caer en la euforia o ser optimistas cuando estás en una situación buena. Y también es fácil trabajar mejor en estas condiciones, con más alegría y confianza. Pero ya hemos visto a muchos equipos entrar y salir de los puestos de promoción. Es algo que puede provocar cambios en el estado de ánimo de los aficionados. Confío en que el grupo lo sepa digerir bien y que no pensemos que por ser quintos ahora, vamos a estar todas las jornadas ahí o ascender con seguridad, o que lo veamos todo negro por bajar varios puestos. Ojalá no salgamos, pero hay mucha igualdad.

¿Diría que el Tenerife ha alcanzado su mejor posición en la clasificacióne, el quinto puesto, con argumentos convincentes?

El equipo está compitiendo muy bien. Por ejemplo, en los dos últimos partidos en casa (Zaragoza y Córdoba), se mostró fuerte y transmitió buenas sensaciones. Y eso es importante, porque un equipo puede ganar por 1-0 con un gol en el último minuto y siendo peor que el rival o teniendo suerte. Pero ese no es nuestro caso. Claro que hay que saber buscar la suerte y no digo que no la hayamos tenido, porque se trata de un factor necesario en una categoría tan pareja. Pero, ante todo, el equipo ha creído y ha ido siempre a por los partidos.

¿El "sí se puede" que surgió de la grada el pasado sábado le hace pensar que el factor Heliodoro será más influyente a partir de ahora?

Siempre hemos tenido el factor cancha de nuestro lado. Pero cuantos más seamos en el estadio, mejor jugaremos y mucha más presión sentirán los rivales. Para eso tenemos que estar arriba, ofrecer buen fútbol y resultados, ilusionar... Espero que la gente que tenga más dudas, también se vuelque, y los que se desengancharon, vuelvan al estadio. Todo eso forma un vínculo que te acerca a cosas bonitas.

¿Las dos primeras plazas son alcanzables por el Tenerife?

Quedan muchas jornadas, pero tanto Levante como Girona tienen una ventaja importante. Aparte de eso, hablo de sensaciones. Son dos equipos muy poderosos, con muchas alternativas, muy competitivos y difíciles de ganar... Si no fuera así, diría que sí son alcanzables. Pero la Liga es larga y todos los equipos pasan por baches. Ojalá los tengan y los alcancemos los que estamos por detrás para que la lucha esté todavía más abierta.

¿Teme que el equipo se "caiga"?

Soy de creer en el día a día, en el trabajo, y veo que el equipo está entrenando muy bien y que las sensaciones son muy buenas. Además, el grupo tiene hambre y ganas, así que no veo al Tenerife cayéndose. De todas formas, el fútbol tiene sus cosas: puedes hacer un buen partido y no ganar. El Tenerife ha entrado en una buena dinámica y queremos alargarla todo lo posible, porque sabemos que nadie consigue enlazar muchas jornadas sin perder o ganando siempre. Hay que seguir compitiendo como hasta ahora. Luego, la Liga nos pondrá en nuestro sitio. Recuerdo que empezamos muy mal la temporada y que parecía que éramos un desastre, pero el equipo acabó entrando en una fase de regularidad y se ha situado arriba. La clave está en seguir en la misma línea y en que los momentos malos duren lo menos posible.

¿En qué espera que evolucione el Tenerife en lo que queda?

Cuando las cosas salen bien, siempre hay más confianza, los equipos juegan más sueltos, te sientes más respaldado por la suerte... Con todo esto, espero que el Tenerife coja aún más confianza y tenga más consistencia y gol, que la gente se atreva más... Por otra parte, en estas circunstancias también tienes más exigencia, porque cuando te encuentras arriba la gente espera que ganes sí o sí. Aún así, bendita exigencia.

Toca refrendar esas sensaciones visitando a un rival especial.

Será un partido duro. Nos enfrentaremos a un Sevilla Atlético que juega igual fuera y en su casa. Tiene muchísimo ritmo y calidad, todos atacan y defienden... Cuenta con jugadores de mucha calidad, chicos que muy pronto estarán en Primera o en Ligas europeas. Es un filial atípico; ha demostrado ser muy regular. Está claro que pueden ascender, pero si tuvieran ese objetivo, estoy seguro de que estarían entre los dos o tres mejores clasificados.

Es el tercer jugador de la plantilla con más minutos en esta temporada, por detrás de Vitolo y Suso Santana. ¿Qué tal lo lleva?

Voy día a día. Me lo tomo así, intentando llegar a los partidos en las mejores condiciones. Cuando el equipo está bien y saca resultados positivos, el rendimiento individual siempre crece. Y estoy contento por haber tenido tantos minutos, por seguir trabajando y, sobre todo, por no haberme lesionado.

Acaba contrato el próximo mes de junio. ¿Ya le han expuesto en el club sus planes al respecto?

Entiendo que ahora el club está inmerso en el mercado de invierno y que lo mío no es una prioridad. Pero tampoco es algo que me preocupe, porque estoy centrado en el partido de este sábado y en disfrutar del día a día. No miro a largo plazo. Me gustaría seguir y si tenemos que sentarnos a hablar, lo haremos. Si no, buscaremos una salida.